Francisco Pavón Barahona (Madrid, 1980) Pavón representa la imagen del canterano madridista expuesto a todo el mundo como de un vivero de jugadores que pese a su gran calidad llegan con cuentagotas al primer equipo blanco. Paco Pavón estuvo cuatro temporadas en el Real Madrid, periodo fecundo que le permite tener entre los recuerdos que marcan la vida de un jugador de fútbol, siete trofeos. Una Copa de Europa, una Supercopa de Europa, una Intercontinental, dos Ligas de España y dos Supercopas de España.

Fue un jugador de fútbol sobrio, disciplinado, fiel a los valores de su club y una persona educada y de conversación serena, pero en la que, de forma natural, marca los tonos cuando quiere expresar convicción, fuerza o desacuerdo en alguna materia de la charla. Al repasar su vida como jugador aparece el ser humano que tiene muy presentes los pasos que dio y las personas que le ayudaron a darlos. La memoria que ayuda a no perder ni el camino ni las referencias.  

Pavón no se ha ido del fútbol, está al tanto de todo, pero “ha levantado el pie” para ver cómo crecen sus hijos. Uno de ellos jugaba en el interior de la casa luciendo una camiseta del Real Madrid. Seguramente le veremos, llegado el momento, de vuelta en un banquillo o en cualquier espacio que le permita compartir todo lo aprendido en los terrenos de juego. Ha tenido buenos maestros y eso marca.

Usted encarna el paradigma de jugador de cantera y del jugador tranquilo

A mí me han señalado siempre como ejemplo de cantera, es cierto, pero eso se quedó en un “slogan”. La verdad es que, en el fútbol antes y ahora, el jugador modesto o ese jugador que no es una “superestrella” futbolística y mediática y que muchas veces procede de las canteras, es el que más abunda. Luego están los grandes nombres, pero lo raro sería que en Francia hubiera once “Mbappès”, hay uno y después están los jugadores de equipo que trabajan para el conjunto y que son mayoría. Las diferencias por arriba las marcan esas estrellas, pero las bases son muy amplias.

Más allá de lo puramente futbolístico hay jugadores que son más tranquilos y que huyen un poco de la notoriedad y son más celosos de su espacio o de su intimidad y hay otros que les gusta estar ahí. Ahora con las redes sociales eso se ve porque hay jugadores que se sienten cómodos en ese espacio y se hacen notar. Cada personalidad es distinta.

Usted nace en la cantera del Real Madrid, ha jugado y ganado títulos con su club, pero a un canterano blanco no le resulta fácil asentarse en el primer equipo, se podría decir que casi son una excepción…

En equipos como Real Madrid es muy difícil que los jugadores de la cantera encuentren un lugar y lleguen a asentarse. La exigencia es máxima. Pasa en España y a nivel internacional. Ahora el FC Barcelona tiene gente de la cantera porque las circunstancias le han obligado a ello. La situación económica ha hecho que miren dentro de la casa. El Real Madrid tiene una excelente cantera y salen jugadores que luego van a equipos de Primera División, pero estar en el primer equipo exige muchísimo. Sin ir más lejos uno de los mejores jugadores actuales del equipo es Dani Carvajal que tuvo que irse a Alemania a demostrar allí que tenía un gran nivel y así poder regresar al primer equipo.

Los jugadores de la cantera saben que la competencia desde el primer día es enorme. Los que son de aquí y entran en el club ven como a diario llegan chicos de toda España y si vienen es porque han destacado en sus lugares de origen y vienen a jugar, con lo que se convive con la máxima competencia desde el principio. La ilusión no la pierdes, pero conforme te acercas por edad ves que el listón está altísimo. Salen y se asientan futbolistas como Nacho, Carvajal, Casillas, Guti, Raúl…son pocos, pero muy buenos y por eso son capaces de estar una década en el primer equipo. Eso lo dice todo.

¿Cómo recuerda su paso a la primera plantilla como jugador de pleno derecho?

Ese día fue muy importante para mí porque, aunque seguía teniendo ficha del Castilla, que Vicente del Bosque me dijera que debía pasar al vestuario del primer equipo era como un gesto de aceptación y de reconocimiento primero del entrenador y luego de toda la plantilla. Recuerdo que fue en el vestuario de la antigua Ciudad Deportiva, que tenía forma de U y que me senté al lado de Fernando Hierro y cerca de Munitis. Admiraba a Hierro desde siempre y estaba sentado a su lado. Fernando como persona y como jugador es de “10”. Siempre me ayudó, me ofreció apoyo y consejo. Me abrió los ojos en aspectos fundamentales del juego, colocación, salida de balón y muchos detalles pequeños que en la alta competición son importantísimos. Esos dos años aprendí más que en todos los años de formación, fue un curso intensivo con un líder como maestro.

Futbolísticamente Fernando Hierro le marcó por sus consejos y por su ayuda a la hora de crecer como defensa, pero hay un hecho que le ha llevado a sentir por él una admiración muy especial…

Fernando es una persona extraordinaria y, ya lo he dicho, el mejor en su puesto como jugador de fútbol. Sin embargo, todavía era mejor en su papel de capitán del equipo. Siempre dio la cara por el vestuario, respaldó de manera férrea las decisiones del equipo y respaldó todas las iniciativas que acordaba el grupo. Hubo una situación en la que me ganó definitivamente. No voy a dar detalles concretos, pero Fernando Hierro se jugó su continuidad en el Real Madrid, teniendo un acuerdo verbal para seguir dos temporadas, por defender ante el club una postura que él personalmente no respaldaba, pero que el grupo decidió que había que mantener. Como consecuencia de aquello Hierro salió del Real Madrid. Él entendía, y así nos lo dijo, que su postura era lo mejor para nosotros y para el club, pero el equipo decidió lo contrario. Fernando asumió la postura del grupo y eso le costó la salida del Club. No sé si conozco a mucha gente que hubiera sido capaz de hacer lo mismo. Luego todos entendimos que habíamos cometido un error pero ya era tarde. Le admiro.

Hablando de vestuario, en el suyo hubo verdadero desfile de estrellas Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham ¿Cómo se veía usted en ese universo?

Había muy buenos jugadores y como ambiente no encontré nada extraño salvo eso, que eran muy buenos. Yo lo tomé con tranquilidad, pero, por ejemplo, ese año vino Figo con todo lo que eso supuso para el club y para la afición, luego vino Zidane al que le costó un poco entrar pero que luego se vio en la dimensión del grandísimo jugador que era. Vino Ronaldo, otro futbolista de élite y luego llegó Beckham. La llegada de David si supuso algunos cambios, no porque él fuera diferente en el vestuario o se portara de una determinada manera, no. En el vestuario todo era normal. Donde hubo un cambio que lo multiplicó todo fue, fuera del campo. Si antes había 100 periodistas a partir de ese momento había 200 y donde íbamos David Beckham arrastraba a las masas. Ronaldo, Zidane…pero la masa lo buscaba a él. En China fue un espectáculo que yo no he vuelto a ver. El Real Madrid como imagen, como marca dio un salto importantísimo con su llegada. El club siempre ha sido muy mediático, pero con la llegada de David Beckham hubo un antes y un después.

 Antes citó a Del Bosque como el entrenador que le abrió la puerta…

Yo he tenido mucha suerte al encontrar a Vicente del Bosque en mi carrera, como persona y como futbolista. Llegué con diez años y Vicente ya estaba allí. A final de cada temporada tenías que ir a hablar con él, sentíamos un respeto máximo por su figura y él nos conocía a todos. Para cualquier necesidad que tuviera el primer equipo, él tenía una solución en la cantera porque sabía cómo éramos y lo que se podía sacar de cada jugador. A mí me lo puso muy fácil porque siempre me habló claro y me ofreció los criterios por los que tenía que regirme. Todo lo hacía con gran naturalidad, con lo cual las cosas eran más sencillas. Transmitía calma y si el entrenador estaba así pues tú salías así, en calma. Además, como tenía tanto conocimiento del fútbol, te decía cómo iban a salir las cosas y salían así. Le pasaba lo que le pasa a Ancelotti ahora, que llevaba al grupo perfectamente. Es uno de los mejores entrenadores en todos los sentidos.

Sin embargo, salió del Real Madrid de una manera forzada y parecía que era el final de su ciclo, pero no…

Es un entrenador extraordinario y lo demostró. Estuvo en el Real Madrid y ahí queda su relación de títulos como técnico. Tuvo una experiencia mala en Turquía, pero en el momento en el que le volvieron a dar una responsabilidad en España nos hizo campeones del Mundo y de Europa con la Selección. Se dijo que era fácil porque la Selección venía rodada pero no, era muy complicado hacer lo justo para no descomponer lo que ya había. Supo hacer eso, no cambiar por cambiar para dar su sello, dar unos retoques al equipo y ganar un Mundial que, de momento, es el único que tenemos y luego ganar la Eurocopa con un futbol extraordinario. Creo que la Selección del Mundial y de la segunda Eurocopa era muy superior porque había jugadores con más madurez y Vicente había tocado lo que tenía que tocar.

Ahora cuando se quiere menospreciar a un entrenador se le llama gestor…

Un entrenador es un gestor. Gestiona los entrenamientos, los esfuerzos en esos entrenamientos, gestiona a los jugadores y los pone a jugar cuando considera para gestionar bien el número de minutos de cada jugador. Un entrenador hace todo eso y eso es gestión. Es cierto que desde algunos sectores se usa ese término para quitar importancia a los éxitos que consigue determinado tipo de técnicos. Parece que molesta que un determinado tipo de entrenador consiga cosas y en cambio hay otros entrenadores que tienen un soporte mediático que, haga lo que hagan siempre lo hacen bien. Para saber si el entrenador es bueno o no hay que hablar con los jugadores. Yo he tenido entrenadores muy buenos con los que no he conseguido objetivos y otros, no tan buenos y con los que he conseguidos objetivos. Al final es la pelota la que decide si entra o no entra. Pero a un entrenador no puedes quitarle valor si no le ves trabajar y si no conoces su método. Hay que respetar porque un entrenador trabaja muchísimo.

¿A quién beneficia el actual incremento de partidos y de competiciones a los aficionados que ven más fútbol, a FIFA a UEFA?

Esto creo que beneficia a los grandes equipos porque un incremento en las competiciones, en el número de partidos hace que las plantillas, si quieres competir, tengan que ser más grandes y eso sólo pueden hacerlo equipos con un gran potencial económico. Los equipos sin tanta capacidad económica no pueden tener jugadores de alto nivel tanto en el campo como en el banquillo. Tienen doce o trece, pero a partir de ahí no se puede mantener el mismo nivel de calidad.

A todo esto, el futbolista tiene poco que decir en este asunto…

Se suele decir que como el futbolista gana mucho, pero por mucho que gane es humano. El que paga una entrada quiere ver a futbolistas frescos, con un alto nivel de rendimiento y capaz de dar un espectáculo al nivel que se espera de su nombre o del nombre de su equipo. No me gusta ver a las estrellas del Real Madrid, del FC Barcelona o de otros equipos de élite, con más de cincuenta partidos en la espalda y justos de fuerzas. Hay momentos en los que cuando el jugador pasa de un determinado número de encuentros se dosifica para poder llegar los partidos vitales que le quedan por delante. No pueden dar el cien por cien cada tres días. Sería conveniente limitar el número de partidos para defender al jugador pero también al espectador que quiere ver a los jugadores al máximo nivel y no al cincuenta por ciento o menos. El actual sistema empobrece el fútbol.

Hay un debate sobre si el jugador, como líder de opinión para una gran masa, debe “mojarse” en temas políticos, sociales…

Es complicado, pero si es beneficioso para la mayoría, tienes que hacerlo. Mbappè, en plena Eurocopa se ha posicionado contra el racismo y eso me parece bien. Eso es meterse en política y la consecuencia es que te van a llegar palos por la parte en la que no estén de acuerdo contigo. En lo que, si deben estar los futbolistas es en los casos y en las situaciones en las que se trate de ayudar a la gente en asuntos como la violencia contra las mujeres, la lucha contra la droga, en las campañas contra el racismo, maltrato infantil, pobreza. Yo creo que ahí hay que estar. En política es más difícil porque aumenta mucho la presión que ya tienen. Mabappé lo mismo lo está sufriendo ahora por sus declaraciones.

¿Con respecto al racismo, qué diferencia hay entre el tiempo en el que usted jugaba y este momento?

Ahora a Vinicius lo insultan y los jugadores se paran Antes ese tipo de cosas las considerábamos normales, lo teníamos asumido. Era un error porque hay cosas que no se pueden asumir porque si las normalizamos, significa que le estamos dando la razón al que comete la falta de respeto, el desprecio o el insulto. Hay que darle importancia y señalar al autor de los gritos racistas y con los medios de hoy se puede. Las instituciones tienen que actuar y no esperar a que tenga que ser un jugador afectado el que tenga que parar en mitad de un partido porque un grupo, ultra, una grada o estadio le están llamando mono

¿Hay racismo en nuestra sociedad o cree que son brotes puntuales?

Hay racismo, cada vez hay menos, pero hay racismo. No vale la excusa de que me dejé llevar por el grupo, no. Si tú llamas negro a una persona con la intención de insultarle eres racista, da igual que estés en un campo de fútbol o en la Gran Vía. La gente se escuda en la multitud y tienen la sensación de que cómo son muchos no pasa nada. Es como el caso de los violentos. Si no eres violento no vas con tres o cuatro a pegar a otro. No sirve decir luego que era un momento de descontrol pero que no eres violento, lo eres.

¿Qué opinión tiene sobre la situación actual de la RFEF?

Es una institución clientelar. Es imposible quitar a los que hay. El poder está en las territoriales y el que las controle, controla la Federación. Ángel María Villar ha estado un montón de años, ha estado Luis Rubiales hasta que ha pasado lo que ha pasado y Pedro Rocha veremos qué pasa con él. Es todo muy poco transparente y la imagen que estamos dando al mundo es lamentable. Creo que este es el momento de reestructurarlo todo, darle la vuelta, empezar de cero, cambiar las normas y que todo se haga mucho más claro y a la vista de todos.

El arbitraje de ahora, el arbitraje de antes…

La verdad es que ahora escucho o leo a compañeros que hablan de cosas raras de este o aquel partido y me tendría que poner a ver los partidos otra vez porque yo no recuerdo nada de eso y el caso del FC Barcelona es muy raro. Es cierto que hay unas evidencias y que eso está visto. Lo

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