Aguinaga, vistiendo la camiseta del Atlético de Madrid

José Ignacio Aguinaga Crespo (Beasain, 1948). Aguinaga fue portero de Pontevedra, U.D. Salamanca, Real Jaén C.F. y Atlético de Madrid. Formó parte de una U.D. Salamanca histórica que, de la mano de José Luis Garcia Traid, dio el salto de Tercera a Primera División. José Ignacio Aguinaga llegó a la U.D. Salamanca procedente del Pontevedra, en una operación que llevó a cuatro jugadores del conjunto gallego, al «Estadio Helmántico».

Junto a Aguinaga llegaron a Salamanca Pita, Neme y el paraguayo Néstor. Curiosamente, tres de aquellos cuatro jugadores están unidos por su vinculación con el Real Jaén. Néstor y Aguinaga como jugadores de campo y Nemesio Martín Montejo, “Neme”, como entrenador.

El portero vasco llegó al Real Jaén en la temporada 76/77 y estuvo defendiendo la porteria jienense hasta la 78/79. Aguinaga formó parte del equipo que, dirigido por Manolo Ruiz Sosa, estuvo a punto de devolver al conjunto blanco a Primera División y haber jugado, de haberse producido el ascenso, su cuarta temporada en la máxima categoría del fútbol nacional. El intento se frustró y, equipo y afición, quedaron con la miel en los labios porque durante toda la temporada se vivió un ambiente de ascenso. A mediados de la temporada 78/79 el Atlético. de Madrid tuvo la fatalidad de que sus dos porteros, Reina y Navarro, sufrieran lesiones que obligaron al conjunto colchonero a salir con urgencia al mercado en busca de un guardameta de garantías para terminar la temporada.

Aguinaga llegó a un Atleti entrenado al inicio de la campaña, por Héctor Núñez. Luis Aragonés tomó un relevo transitorio y, el húngaro Ferenc Szusza, acabaría como titular del banquillo rojiblanco. Aguinaga estaría cuatro temporadas en el Atlético de Madrid y dejó una marca importante, tanto por su calidad como portero, como por su personalidad, lo que le llevó a portar el brazalete de capitán.

Aguinaga en una de las formaciones del Atlético de Madrid

La historia de José Ignacio Aguinaga, que ahora vive entre Oporto y Sanxenxo, tiene detalles dignos de ser conocidos en profundidad en una charla más extensa. Muy pronto tendremos en Palabra de Fútbol el resultado de esa charla, el relato de una vida deportiva que estuvo marcada por la sobriedad y la consecución de objetivos. Compañeros, entrenadores, estadios, ciudades y momentos personales  que han marcado la vida de Aguinaga. Merece la pena.

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