Manuel del Moral Fernández (Jaén 1984). “Manu del Moral”, es el entrenador del CF Motril , equipo al que llegó en la última parte de la temporada y al que ha clasificado para la liga de ascenso a Segunda Federación.
Manu fue un joven “emigrante”, que salió de Jaén muy pronto para ganar sus sueños en la capital de España. Que cualquiera salga de su casa para cumplir sueños es un contratiempo serio o un desgarro. Irse tan joven no fue fácil.
Cuando Manu salió, dejaba atrás muchas cosas pero en el horizonte estaba lo que desde muy crío había visualizado. Fácil no fue, ni para él ni para sus padres. Madrid y Barcelona, entonces, eran la “Meca del Fútbol” y el que algo quiere, algo tiene que dejar en el camino.
Adaptación, nostalgia, dudas razonables, todo lo que había que vivir lo vivió y lo superó. El fútbol, cuando prende en el corazón de los que elige, no tiene forma de ser sofocado, arde y deja un rescoldo siempre. Quizás esa sea la razón por la que Manu del Moral, no ha podido resistir más tiempo apartado del fútbol suyo de cada día.
Podía haber elegido otras formas de vínculo menos intensas, menos exigentes y más cómodas pero, hay necesidades que sólo se aplacan estando donde las cosas pasan de verdad y asumiento riesgos que exigen de uno mismo lo máximo que pueda dar y sensación, en este oficio, sólo se tiene o en el campo o en el banquillo.
Como jugador de fútbol acredita una carrera extensa, clubes importantes, clubes más humildes, liderazgos, relación con el gol, internacional con las categorías base y culminación como interrnacional absoluto contra Venezuela, a las ordenes de uno de los mas grandes entrenadores que ha dado el fúbol español, Vicente del Bosque.
Manu del Moral ha tenido muchos y magníficos entrenadores. Estoy seguro que lleva un poco de cada uno con él pero, sinceramente, tambien sé que Del Moral tiene sello propio y estoy impaciente por reconocer esa marca.
Dejamos un adelanto de la entrevista que publicaremos completa, más adelante.
¿Qué proceso personal se ha producido hasta llegar al banquillo?
Ha sido algo raro. Estaba alejado del fútbol y recuperando para la familia, el tiempo que el fútbol me había quitado. Me apetecía muchos, después de tanto tiempo fuera de casa, estar más asentado, más cerca de todo lo que es normal fuera de este deporte. La vuelta fue tranquila porque volví como delegado de equipo. Sin embargo ese fue el detonante para que me volviera picar el gusanillo del fútbol. El club y los jugadores quisieron que pasara a formar del cuerpo técnico y, por esas cosas que tiene el fútbol, me he visto como entrenador del equipo. Fue todo muy poco pensado pero, no te voy a mentir, me siento cómo, ilusionado y creo que preparado para este reto.
¿Piensas ya como entrenador o sigue presente en tí el futbolista?
Mi forma de ver el fútbol ha cambiado. Hasta hace muy poco miraba los partidos y todo lo relacionado con el fútbol de una forma más relajada, me quedaba con cosas generales y no me planteaba analizar el juego, los sistemas, al contrario…ahora todo ha dado un giro radical y veo cada partido, cada imagen y todo lo relacionado con mi profesión de una manera más intensa, más analítica y con intención de ver cosas útiles. Reconozco que ahora vivo todo el tiempo con mentalidad de entrenador.

Manu del Moral, dirigiendo un entrenamiento. Foto: Jimmy
¿Que virtudes debe tener un entrenador, qué herramientas debe usar?
Una de las cosas fundamentales es analizar el vestuario, conocer la personalidad de los jugadores y del grupo, más allá de las conficiones futbolísticas. A partir de ahí viene el trabajo en el campo, en el entrenamiento y con el fútbol. Trato, por mi forma de ser, de ver al futbolista pero también a la persona. Me gusta empatizar hasta el punto que se pueda porque luego hay que dejar claro que estoy es fútbol y que sólo salen once al campo. En ste sentido trato de ser honesto y de hablar claro para que todo el mundo sepa que mi trabajo busca hacer lo mejor para el equipo. Sabemos que no pueden jugar todos pero si eres honesto y dices las cosas como las ves, todo es más sencillo. Lo que no puede haber nunca entre un entrenador y un futbolista, son malos entendidos, jamás debe habeer rincones oscuros en el trato futbolísitico o personal.
¿Qué han dejado en tí tus entrenadores?
He tenido tantos que haciendo una relación corro el riesgo de dejarme alguno pero hay cosas que me gustan de cada uno. Me quedo con la gestión de grupo de Jagoba Arrasate o Bernardo Schuster; del trbajo táctico de Marcelino y de Unai Emery. Emery era un entrenador que analizaba muy bien al contrario y te adelantaba mucho lo que te ibas a encontrar los domingos. Me gustó el futbol alegre de Iriondo o Michel. Me dejo algunos en el tientoero pero es lo que se me ocurre a bote pronto. También recuerdo a los entrenadores con los que trabajé en Jaén como Ismael Almazán o Higinio Vilches y en la cantera del atleti Abraham García y Pepe Murcia…seguro que llego cosas de todos ellos.
¿Cómo calificas la temporada del Getafe?
Creo que en el contexto actual del fútbol y de nuestra liga, la temporada del Getafe se puede calificar como muy digna, diría más, sobresaliente. Para calificarla baste decir que en alguna rueda de prensa han preguntado por Europa. Con los equipos que tiene nuestro campeonato, el nivel de los presupuestos y la calidad de muchos equipos, lo que está haciendo el Getafe tiene mucho mérito.
¿Cómo ves la relación entre el director deportivo y el técnico?
Tiene que ser cercana, y sobre todo leal y honesta para tener las cosas claras cuando van bien y, más, cuando van mal.. En realidad los dos trabajan para conseguir lo mejor para el club. Sin embargo, el entrenador sabe que el director deportivo es, de alguna forma, su superior y esa situación puede llegar a no ser muy agradable pero los entrenadores sabemos que en cuanto llega al cargo nos queda un día menos. Los que estamos en esto sabemos cómo va esto.