José María Indias Tello (San Sebastián, 1971) Txema Indias es, futbolísticamente, el resultado de todos los pasos que se dan en este deporte para poder decir que perteneces a esa élite que lo ha visto todo, desde el barro al video arbitraje. Desde el principio supo que el fútbol era su habitat natural. Vasco, comenzó en su tierra a jugar al fútbol pero muy pronto su destino sería Jaén. Allí inició su carrera en las secciones inferiorres del Real Jaén y debutó en Segunda B de la mano de Gregorio Manzano que vio en el joven futbolista vasco virtudes para entrar en sus planes. Al poco tiempo salió para jugar en el filial del Atlético de Madrid y a partir de ahí inicia un largo peregrinaje jugando, viendo y aprendiendo por distintos puntos de la geofrafía nacional. Se detuvo en Roquetas de Mar (Almería). Allí cerró su ciclo de futbolista y apareció en escena el Director Deportivo que, con el tiempo, iba a firmar una década prodigiosa en el C.D. Leganés.
Indias es una persona que vive el fútbol hacia adentro. Le molesta el ruido del fútbol, todo eso que lo rodea sin ser fundamental. Establece relaciones profesionales concediendo mucho valor al factor humano, a la lealtad, el conocimiento y la eficacia. Ha crecido en equipos que no podían presumir de grandes recursos y sabe que a dónde no se llega con el dinero se puede ir con el trabajo, la intuición y la capacidad de exponer bien el valor de lo que se ofrece.
Txema Indias sabe que en el fútbol hay muchas palabras, cantidad argumentaciones y demasiados planteamientos teóricos, quizás por eso, él ve el fútbol absolutamente; acompañado únicamente por la voz del futbolista que lleva dentro y manejando los análisis de alguien que conoce el fútbol y sabe que el balón es capaz de lo mejor y de lo peor. Ha inciado su décima temporada en el C.D. Leganés pero es consciente que en este negocio, en el que se ha convertido el fútbol no hay ni ayer ni mañana, hoy es siempre.
Se van cumplir 10 años desde que llegó al C.D. Leganés…
En la vida el tiempo pasa muy rápido, en el fútbol mucho más. Estoy arrancando la décima temporada. El comienzo fue vertiginoso, inesperado y lleno de situaciones que ahora recuerdo y son muy especiales. De futbolista tenía el sueño de jugar en Primera División y no lo pude cumplir pero el fútbol me ha dado la posibilidad de lograrlo desde el despacho que, no es lo mismo, pero también es fruto del esfuerzo y me llena de felicidad poder vivirlo ahora.
La verdad es que han sido muchos episodios y muy diferentes. He tenido las alegrías que te da un club como el nuestro al lograr objetivos casi impensables y también muchas decepciones y muchos momentos que son duros y, a veces, difíciles de entender. Vamos a cumplir la quinta temporada en Primera División en estos diez años, hemos logrado dos ascensos y hemos creado una estructura que, basada en el trabajo y en el ir de la mano, nos da la posibilidad de estar en Primera División, conscientes de quiénes somos pero dispuestos a competir.
Tiene muchos recuerdos buenos pero cíteme uno malo o especialmente crítico…
Lo malo se olvida muy rápido. Nos acordamos de este último ascenso, del ascenso del primer año con Asier Garitano y Felpe Moreno como propietario pero, si tengo que citar un momento en el que lo pasé realmente mal, debo referirme a la temporada anterior a esta del ascenso, porque veía que perdíamos la categoría y que el equipo se nos iba a Primera RFEF. Tuvimos que cambiar de entrenador, nos quedamos con el técnico de la cantera y en ese momento tengo que reconocer que estuve muy asustado porque, o reaccionábamos o salíamos del fútbol profesional con todo lo que eso significa. Ese fue sin duda uno de los momentos más duros porque, son momentos en los que, además de ver y vivir el problema, no puedes evitar pensar en todo lo demás. Veía cómo el club en el que había estado en Segunda y en Primera División tanto tiempo, podía caer a una categoría en la que nadie había pensado.
Junto a ese momento realmente desagradable, en cuestión de meses he vivido todo lo contrario. Éramos el presupuesto número 12 de la categoría, habíamos bajado tres millones de euros el presupuesto y arrancamos la temporada perdiendo en casa pero teníamos un grupo humano muy fuerte y nos rehicimos. Empezamos a ganar, a tomar ventaja y a fortalecernos mientras todo el mundo en la categoría pensaba que nos íbamos a caer, que nos desinflaríamos pero la temporada avanzó y seguíamos ahí. Al final, claro, tienes el temor de que teniéndolo tan cerca se te pueda escapar pero lo conseguimos y culminamos un año precioso.
¿Qué herramientas usó para, desde su puesto de Director Deportivo, evitar el desastre de un descenso a Primera Federación?
Una situación así no la salva una persona sola. Eso tienes que tenerlo claro. Es un momento en el que, o está todo el mundo alineado o no hay solución. Para eso debes tener las ideas muy claras e implicar a todo el mundo. En aquel momento una de las cosas era estar cerca de los jugadores. Creo que, en un porcentaje alto mi relación con ellos es muy buena, porque se apoya en un principio de sinceridad. Los apoyo a muerte pero también les exijo lo que corresponde. A partir de ahí lo que hice fue reunirme con los capitanes y trasladarles mi visión y dibujar el escenario terrible que supondría un descenso. Lo entendieron, nos juntamos mucho, mantuvimos la cabeza fría, supimos aguantar las críticas, que las tuvimos y muy fuertes y, al final, logramos el objetivo. El fútbol nunca sabes a dónde te va a llevar; alguno de esos jugadores con los que me senté y que podían haber caído en descenso a Primera RFEF, esta temporada van a debutar en Primera División.
¿Obtuvo alguna enseñanza útil de aquella situación tan crítica?
Una vez que pasa ese momento de tensión analizas y, en efecto, siempre ves cosas que te sirven para sacar provecho de lo vivido. A mí me sirvió para analizar a otros equipos que, en ese momento, tenían mucho menos presupuesto que nosotros y con fichajes más baratos y con menos nombre, estaban haciendo mejor temporada. Me detuve en ese análisis y al año siguiente lo llevé a la práctica en mi equipo. Esta temporada pasada no teníamos nombres especialmente potentes para Segunda División. Fíjate que firmamos a Diego Conde, que no jugaba en el Getafe, y ahora acaba de irse a Villarreal. Trajimos a Naïs a Ureña que, con más o menos participación han sido muy importantes para alcanzar los objetivos del grupo. Tiré de jugadores que yo sabía que no iban a llegar para acomodarse, que venían con hambre y que, siendo importante para todos, no sólo miraban el dinero. Muchas veces, quizás yo el primero, se tira más de nombres que de jugadores y el trauma de un hipotético descenso me vino muy bien para revisar ciertos principios y predisponer mi mentalidad a otro tipo de soluciones.
Ese cambio de mentalidad se plasma claramente en el banquillo…
Esa decisión era arriesgada, bien es cierto que no fue sólo mía, ahí fue muy importante también el apoyo del presidente. Cuando firmamos a Borja Jiménez, todo el mundo se sorprendió. Veníamos de una temporada muy complicada y quizás se esperaba otro nombre, otro perfil. Pese a la mala temporada anterior, no hacía tanto que habíamos estado en Primera División, y eso parece que obligaba a buscar entrenadores reconocidos y con una trayectoria que, de salida fuera un aval. Buscábamos alguien que viniera a arriesgar, que se la jugara cómo todos los demás, con ganas y con ilusión. Se trataba de buscar al alguien que mirara al CD Leganés como la oportunidad de su vida y con la mayoría de los jugadores se aplicó el mismo criterio. Algunos venían de un año malo, pero yo los conocía personalmente y sabía que vendrían a reivindicarse y a elevar su rendimiento y otros que estaban empezando y que se les veía el hambre. Todo eso, junto a la experiencia de los veteranos, nos hizo dar en la tecla.
¿El éxito fue, más virtud por acertar en el cambio de mentalidad para construir la plantilla o fue la necesidad a la que obliga una bajada de presupuesto?
Mentiría si dijera que la bajada de presupuesto, no tuvo que ver nada en la manera de enfocar la confección de la plantilla. Esto también me llevó a hacer una lectura interesante de lo que había pasado. Cuando tienes dinero tienes más facilidades para poder firmar jugadores pero, a veces, el tener dinero te hace ir a ciertos perfiles que lo mismo no son los más adecuados para lo que tú necesitas. Muchas veces piensas que si haces determinado fichaje vas a mandar un mensaje que cala en la gente y que se va a valorar mucho tu capacidad, como encargado de hacer esas operaciones, sin embargo debemos tener mucho cuidado en eso porque, al hacer una operación puedes contentar, por el nombre, a los aficionados pero luego ese nombre no encaja en lo deportivo o en lo personal. Nosotros en las incorporaciones de la temporada pasada temporada, y no es sólo mérito mio, hemos acertado en los jugadores y en las personas. En la historia del Leganés la gente se acordará de Miguel de la Fuente, Jorge Sanz, de Juan Cruz…de los que han participado; yo me acordaré también y, de una forma muy especial, de los que menos han participado en el campo porque, esa “segunda línea” ha estado siempre preparada para competir una vez cada siete días, cinco minutos en un partido, han venido todos los lunes a entrenar con buena cara y apretando. Eso, en el fútbol profesional, es muy dificil y aquí lo hemos conseguido
¿Que recuerda de su llegada al CD Leganés?
La temporada anterior a mi llegada coincidimos en Segunda B, yo estaba cómo Director Deportivo en el Toledo. Es curioso porque en la Play Off de ascenso, a nosotros nos eliminó el Lleida y a ellos les tocó en la siguiente ronda. Recuerdo que les pasé todos los informes que tenía sobre el rival; ellos eliminan al Lleida y ese año ascienden. A partir de ahí el equipo se asienta y se dan cuenta de que necesitan personas en la dirección deportiva. Fue entonces cuando se produce el contacto. Felipe Moreno, con la que fuera presidenta del club, María Victoria Pavón, se reunieron conmigo y pensaron que era el perfil que les encajaba. Aquella decisión fue muy importante para mi vida profesional. El día que me reuní con ellos tenía mi cabeza puesta en confeccionar la plantilla del CD Toledo para Segunda By doce meses después estábamos haciendo un equipo para jugar en Primera División. Creo que soy un privilegiado. No sé la parte de culpa que pueda tener en lo que hemos vivido en estos diez años pero, me siento orgulloso y afortunado de que en aquel momento, el club fuera a buscarme y yo diera el paso.
Asier Garitano consolidó al equipo en Primera División pero hubo vértigo ante el vacio que dejó su marcha…
Su salida fue un momento duro porque estábamos muy alineados con él y él con el club y con la afición. Se había logrado una simbiosis perfecta entre club, jugadores y afición, por lo que su salida nos afectó mucho, la pérdida fue muy grande. Él pensaba que su ciclo aquí había terminado, que habíamos tocado techo con él como entrenador y luego, eso es cierto, fue a la Real Sociedad que son palabras mayores en el fútbol español. En ese momento, aunque lo entendí, me dolió. El vacio que se generó fue enorme.
A partir de ese momento es cuando te planteas la importancia de las decisiones que debes tomar. No se trata sólo de buscar un entrenador. Sabes que tienes que acertar con el entrenador pero, sobre todo, con la persona. Este club es un club muy familiar y un error de ese tipo, no sólo en lo deportivo, puede suponer una distorsión grave. La elección fue traer a Mauricio Pellegrino y después, a pesar del descenso, tuvimos la suerte de trabaja con Javier Aguirre.
Aquel descenso fue traumático, por el hecho en sí pero por muchas cosas más…
Descender es malo y muy perjudicial para un club pero si te pasan las cosas que nos pasaron, es peor. Ese fue el año en el que nos quitaron a los dos delanteros centros. Creo que a cualquier equipo del mundo que le hagan eso, lo acusa. Además, a Martín Braithwaite , fuera de mercado. Salió En-Nesyri y ya fue una baja sensible, que mermaba nuestras posibilidades, estábamos perdiendo gol. Cuando, una vez cerrado el mercado, te quedas sin el único delantero centro que tienes y perdemos la categoría por un gol.
¿El Director Deportivo de un club modesto qué siente en esos casos?
El descenso es doloroso, por todo. En el caso de los futbolistas que buscas, firmas y expones en el campo, el sentimiento es contradictorio. Hay un sentimiento de dolor. Cada caso es diferente. Por ejemplo en el caso de Martín Braithwaite, lo había visto jugar en Francia en años distintos. Nunca pensé que pudiera ser objetivo del Leganés, por lo que cobraba, porque luego se fue a La Premier pero, por esas circunstancias que tiene el fútbol, en un mercado invernal se pudo hacer.
Estaba viendo en Burdeos uno de esos partidos que suelo ver en el sur de Francia, me enteré de quién era su representante, empecé a escribirle y explicarle quiénes somos. Los contactos fueron teniendo más cuerpo y, con el paso del tiempo, empezamos a ver que hay una posibilidad de que la operación se pueda hacer. Vino y en seis meses empezó a meter goles y a ser centro de atención. Por una parte te sientes orgulloso de haber podido traer a ese tipo de jugador y por otra el dolor es inmenso cuando ves cómo un club como el FC Barcelona te lo quita y, además, fuera de mercado. Eso es algo que lo tengo clavado muy dentro porque, aunque no soy adivino, con Martin no hubiéramos descendido. Las reglas del juego estaban así y a partir de ahí las cambiaron. Tarde para nosotros porque el perjuicio ya estaba hecho. Es que, en un mes y medio, el SevillaFC se llevó a En-Nesyri y el Barça a Braithwaite. Muy duro porque yo vivo de lo deportivo y lo que me importaba era salvar la categoría. Si luego hay que vender, se vende, porque yo creo que los clubes como el nuestro crecen a partir de las ventas. En resumen, dolor y orgullo.
Asier Garitano, Mauricio Pellegrino, Javier Aguirre…
Asier Garitano, estaba antes de llegar yo y ha dejado un legado profesional y personal muy impoortante. Su manera de trabajar, sus ideas. Llegó con humildad, venía del Alcoyano, y supo guiar a los jugadores por una misma línea y, cuando nadie contaba con nosotros, logró un ascenso que fue algo histórico para el CD Leganés y ya está en la historia del club para siempre.
Mauricio Pellegrino vino para tomar el club en un momento muy crítico. Acababa de salir Garitano, con todo lo que eso supone. Me duele que no se valorara bien el trabajo que hizo. Estuvo dos temporadas y, en la segunda, él dio un paso al lado porque consideró que debía darlo. Sin enbargo, en la primera temporada que estuvo en el club, post Asier Garitano con la dificultad que eso entraña, hizo la mejor clasificación histórica del club en Primera División. Tanto él como su cuerpo técnico hicieron un gran trabajo.
Javier Aguirre, es un espectáculo. Es bueno, buenísimo en la distancia corta, en ganarse al jugador, en el manejo del ánimo del grupo y a la hora de instalar el optimismo en el equipo. Perdíamos y cada lunes aparecía con una sonrisa y asegurando que nos íbamos a salvar. Tanto era así que un día ya le dija que, por favor, a mí no me dijera más que nos íbamos a salvar, que lo dejara para los jugadores. Él insistía en trasmitir eso a todos, hasta el último momento. Gracias a él y a su intensidad para transmitir pensamientos positivos, estuvimos hasta la última jornada con posibilidades de permanencia. Es de agradecer la humildad con la que llegó, teniendo una carrera cómo la suya.
´Llevo mucho tiempo en el fútbol y no sé el que me queda ni en qué categorías pero, lo que tengo claro es que cada día que pasa, nos convertimos más en productos, el jugador es un producto y eso nos deshumaniza. Esa es la razón por la que doy mucho valor a la persona, al aspecto humano, por eso valoro el comportamiento de Javier Aguirre.
¿Cómo se mira el campeonato desde el puesto que les da su presupuesto, el último?
Si te pones a pensar en los equipos, en los presupuestos y en las plantillas, te dan ganas de no salir. Es que las cifras que se pagan son una barbaridad y no me voy a Real Madrid, Barça o Atleti, el Villarreal ha hecho una operación con un portero que se ha ido al Chelsea y, sólo esa cifra, ya es superior a todo nuestro presupuesto…pues mañana tenemos que salir a competir contra ellos. Por eso es tan bonito el fútbol. Pese a todo hay que salir y pelear, sabiendo cual es nuestra realidad. Me he sentado con los capitanes y con el entrenador y les he diccho lo que pienso, que nuestra liga va a ser de cinco o seis equipos y que, de esos equipos, la mitad bajan. Esa es nuestra dura realidad. Las diferencias son cada vez mayores.
¿Partidos y competiciones dejarán de crecer alguna vez?
De momento creo que no. La industria está así. Los salarios suben, los traspasos se disparan y los clubes tienen que encontrar soluciones para eso. Nosotros mismos hemos estado jugando partidos en Inglaterra. Está claro que si los equipos ven que pueden rentabilizar su producto, lo van a seguir haciendo. De todas formas si creo que, en algún momento, habrá que atender más a cosas fundamentales, como la salud, el descanso y el ciudado en la nutrición del deportista. En esas giras los equipos en quince días se mueven por todo el mundo y ni se pueden hacer pretemporas adecuadas ni el jugador tiene el descanso necesario. Entiendo las dos necesiadades pero al jugador hay que evitarle, en la medida de lo posible, excesos de ese tipo.
¿Cómo se mira el arbitraje en Primera División, desde un equipo modesto?
Es complicado. De hecho el año del descenso, y no digo que descendiéramos sólo por eso, sufrimos dos penaltis que eran faltas fuera del área, uno en Valencia y otro, contra el Levante en casa. Estaba el VAR recien estreando. Cuando haces las cuentas a final de temporada te das cuenta que, con esos puntos, igual estábamos en Primera División. Es cierto que ahí estamos más indefensos ante los fuertes. Si lo que nos pasó a nosotros le ocurre al Barça o al Madrid, la repercusión es brutal pero si es al Leganés…pasa desapercibido.
En cualquier caso tengo claro que con esto no merece la pena desgastarte, porque no te lleva a ningún sitio. La temporada pasada, cómo estabamos arriba, se quiso vender en algún sitio que al Leganés le ayudaban los árbitros…mejor no quemarse con esto.
