Gregorio Manzano Ballesteros (Bailén 1956). Manzano, tras un largo y brillante periplo por el fútbol español, se convirtió en uno de los más acreditados “exploradores” del novísimo fútbol chino. Es el primer técnico español que entrenó en la SuperLiga de aquel país. China daba los primeros pasos hacia la consecución de un marco en el que los jugadores foráneos dejaran de ser viejas glorías en su recta final, para optar a futbolistas en plena vigencia de facultades y juego.

Gregorio Manzano vivió ese proceso. Llegó y logró, al margen de objetivos con su club, ser nominado en todas las temporadas a mejor entrenador de la SuperLiga china. Ganó ese título en su primera campaña al frente del Beiijing. Pudo ser Seleccionador de China en el Mundial de Rusia pero no alcanzó un acuerdo en los tiempos del contrato. Ante su negativa la Federación China ofreció el cargo a Marcelo Lippi.

Antes de llegar ahí, Gregorio Manzano, atravesó un largo camino que le ha llevado a marcar números impensables entonces, para un educador que se cruzó con los banquillos de fútbol en Santisteban del Puerto (Jaén) en la temporada 82/83. Su historia como entrenador se puede contar y entender muy bien con números y con algunos nombres.

Su trayectoria habla del trabajo realizado, de logros importantes con equipos donde la mano del entrenador cambia cosas y de experiencias que sólo el fútbol puede dar. En competición no profesional ha dirigido 427 encuentros. Logró dos ascensos, a Tercera División con el Iliturgi y a Segunda B con el Real Jaén CF. Pasó, además de por Santisteban del Puerto, por el Villacarrillo CF, CD Villanueva, Úbeda CF y Martos CD . A partir de ahí sus caminos, los de Manzano y su tierra, se iban a separar para no volver a juntarse. Salió con destino al Talavera CF, compaginando la docencia y el fútbol, y tuvo su entrada en el fútbol profesional, por la puerta del CD Toledo.

En el fútbol profesional ha dirigido 15 temporadas en España y cinco en China. Ha conducido a sus equipos en Primera División, Segunda División y SuperLiga en un total de 684 encuentros. Real Valladolid; Racing de Santander; Rayo Vallecano; RCD Mallorca; Atlético de Madrid; Málaga CF; SevillaFC; Beijing Gouan; Shanghai Shenhua y Guizhou Hengfeng Zhicheng. Sumando las dos cifras Gregorio Manzano tiene a día de hoy, 1111 partidos dirigidos en todas las categorías.

Tras sus inicios recorriendo la provincia de Jaén, que culminó con ascenso en el Real Jaén, sale de la provincia para entrenar al Talavera.

La primera noticia que tengo del Talavera CF es a través de Emiliano Rodríguez con el que había coincidido en el Real Jaén, él era el Secretario Técnico. Emiliano tenía, por sus etapas anteriores, muy buenas relaciones en Madrid y en toda la zona centro. Gracias a eso pudimos ir a Talavera y creo que realizar un buen trabajo, no ascendimos pero estuvimos en los Play Off de ascenso en el primero, curiosamente,jugamos contra el Real Jaén CF que fue el que ascendió finalmente. El equipo estuvo siempre en la zona alta y dando una excelente imagen.

Hacía 800 kilómetros diarios para poder entrenar y seguir con la docencia. ¿Qué pasa por la cabeza cuando uno hace eso durante dos temporadas?

Hubo días para todo. Recuerdo que grababa en unas cinta de “casset” los sonidos, las conversaciones y las incidencias que se daban en partidos y entrenamientos. En aquellos viajes reproducía las grabaciones y me servía para captar matices, referencias o hechos que en el momento no podía controlar o no podía percibir con claridad. Los viajes eran una auténtica odisea. Recuerdo un viaje a Galicia, jugábamos en As Pontes. El partido era a las cinco de la tarde, de vuelta parábamos en “Casa Poli”, en Benavente. Allí comíamos a la ida y hacíamos la cena también. Yo le encargaba a Poli, el dueño, que me grabara Estudio Estadio para, de regreso, ponérselo a los jugadores en el autobús y que volvieran distraidos. Cuando llegábamos a Talavera, a las cuatro o las cinco de la mañana yo cogía mi coche y me volvía a Jaén,

Dos temporadas en Talavera y cambio radical

Dos años buenos en Talavera. No ascendimos pero competimos los dos años por el ascenso. Después de eso se produce un cambio total en mi vida. Me llamó el CD Toledo que jugaba en Segunda A y aquello suponía entrar en el fútbol profesional con lo que ello supone. Dejé, después de 16 años, la enseñanza, trasladé a mi familia y me hice cargo de un equipo profesional muy modesto. Era el último presupuesto de la categoría pero acabamos cerca de la cabeza y haciendo un fútbol muy atractivo. Tuvimos algunos problemas por que Emiliano Carballo, el presidente, dejó el club y todo cambio provoca inestabilidad pero quedamos arriba en una categoría donde estaban el SevillaFC, el Rayo Vallecano o la UD Las Palmas. Yo tenía dos años de contrato pero al final de esa temporada, en la que dejamos al CD Toledo sexto en la clasificación, el Real Valladolid, equipo de Primera División, se interesó por mí. Era una gran oportunidad pero tenía contrato en vigor. El Toledo no me quería dejar, la negativa fue rotunda. Sólo la mediación de uno de los propetarios, Eduardo Herrera, desbloqueó la situación. Finalmente negociaron con el Real Valladolid, ya me representaba Manuel García Quilón, y pude salir. Era una situación identica a la que viví en el Úbeda CF. Eduardo Herrera, como el presidente del Úbeda, Victor Expósito cuando se interesó por mí el Real Jaén, me dijo: “No me gusta tomar esta decisión pero no seré yo el que corte tu trayectoria en el fútbol”.

¿Cómo fue su ingreso en un vesturio de Primera División?

Era algo para lo que había trabajado toda la vida. En ese momento, de alguna forma das por buenos los sacrificios, todos los sacrificios que pude hacer hasta ese momento. En aquel vestuario había nombres como Caminero, Eusebio, César, Vizcaino. Recuerdo la pretemporada, en Cabeza de Manzaneda. Mi primera charla con los jugadores, básicamente, fue para pedirles colaboración y para expresarles la ilusión con la que yo atacaba aquel proyecto.Todos fueron receptivos y aportaron una altísima dosis de compromiso. La temporada fue difícil. Nuestra primera vuelta no fue buena y tuve que escuchar alguna vez los “tambores de guerra” de la destitución. Sin embargo la segunda vuelta fue excelente. El equipo reaccionó, jugamos al fútbol extraoriamente bien, hicimos 34 puntos. Acabamos la temporada ganando al Real Madrid en el Santiago Bernabéu quitádole la participación directa en la Champions. Luego ganaría la final de ese año, al Valencia y por eso pudo participar en la siguiente.

Excelente temporada pero no siguió…

Quedamos octavos, empatados a puntos con el Celta de Vigo que quedó séptimo, por diferencia de goles. Desde entonces, después de 24 años, ei Real Valladolid no ha mejorado ese final en Primera División.

A mí me llamó la familia Fernández y a mitad de temporada vendieron a Palcos Blancos, cuya representación en Valladolid eran Ricardo Gallego y Nacho Lewin. Ellos entendieron que tenían que cambiar de entrenador y trajeron a un técnico argentino, Pancho Ferraro. A mí medieron las gracias y a otra cosa. Hice un magnífica temporada…que me sirvió para quedarme sin equipo.

La siguiente temporada acabaría entrenando al Racing de Santander pero antes tiene un primer contacto el Atlético de Madrid…

Antes de eso, Manuel García Quilón, me traslada una oferta del Levante, dos temporadas, 70 millones de pesetas, y le digo directamente que no. Ante la sorpresa de García Quilón le expliqué: “Manolo, he pasado mucho para llegar a Primera División y voy a apurar todo para volver a esa categoría, ahora no contemplo la Segunda”. Después se interesó el Racing de Santander y tuve una reunión, muy curiosa, con el presidente, Santiago Díaz. A los pocos días me llamó para decirme que se habían decidido por Andoni Goikotxea.

Con la tempora ya bastante empezada me dice Manuel García Quilón que el Atlético de Madrid, que también estaba en Segunda División, quería ficharme, palabras mayores, Me dice que se iba a producir el cese de Marcos Alonso y que Jesúsl Gil quería que fuera yo el nuevo entrenador. Se fijó una reunión pero vi una noticia que aseguraba que Marcos no había sido cesado y que en ese momento Futre, Manolo y Abel estaban reunidos con Marcos Alonso.

Llamé a mi representante y le dije que no iba a la reunión porque el Atlético de Madrid tenía entrenador. García Quilón me insistió en que fuéramos y que le dijera a Jesús Gil lo que le había dicho a él. Accedí y ante la nube de periodistas que había a las puertas del Club Financiero, tuve que meterme en la parte de atrás del coche para que nadie me viera, porque no quería participar de aquello.

Finalmente llegamos al despacho de Jesús Gil y yo le estaba diciendo lo que le había dicho a Manolo García Quilón, cuando entraron en el despacho Futre, Abel y Manolo y tuvieron una tensa conversación con Jesús Gil que les recriminaba el que no estuviera cesado ya Marcos Alonso. Ante esa situación yo me despedí y le dije al presidente que estaba allí porque Manolo me lo había pedido pero que el Atleti tenía entrenador y, mientras eso fuera así, no había nada que hablar. Gil lo entendió y me dijo que, en cualquier caso, yo sería entrenador del Atlético de Madrid tarde o temprano.

Fue poco después cuando recibí la segunda llamada del Racing de Santader que había cesado a su entrenador. Lo pensé un poco porque la temporada estaba casi en su recta final y la situación del equipo era casi irreversible pero fui. Ahí experiemente la sensación de ser cesado en Primera, no terminé la temporada. Era una situción complicada y casi induje al presidente a que me cesara. Un capitulos más.

La siguiente temporada usted y Andoni Goikoetxea se vuelven a cruzar en un banquillo

Así es, llegué a Santader cuando él salía y ahora él fue cesado y yo me hacía cargo del banquillo del Rayo Vallecano. La situación era complicada, 1 punto en 7 partidos. Hablé con Ruiz Mateos, me hice cargo del equipo y durante la primera vuelta aquello no mejoró, 13 puntos al final de la primera vuelta. La cosa estaba en un punto crítico, hasta el extremo de que Ruiz Mateos me citó en el Hotel Cuzco y me dijo que me tenía que cesar pero que no podía hacerlo porque todo el mundo le hablaba bien de mi. La situación era, como te puedes imaginar, como mínimo curiosa. Le dije que hiciera lo que estimara oportuno y lo que hizo fue darme un rosario de la Virgen de los Desamparados y me dijo que no me separara de aquel rosario. El domingo jugábamos en casa contra el Valencia y esa virgen es la patrona de Valencia.

El Valencia de Rafa Benítez venía de ganar la Liga la temporada anterior y nosotros nos jugábamos la vida. Me llevé el rosario y lo dejé en mi casa. Jugamos el domingo por la noche, empezó ganando el Valencia pero le dimos la vuelta al partido y ganamos 2-1. Por la mañana a primera hora José María Ruiz Mateos me llamó para recordarrme que había sido la Virgen de los Desamparados y para decirme que no me separara de ella. No se me ocurrió decirle que la Virgen se había quedado en mi casa y que no la llevé al campo…

La segunda vuelta que hicimos fue fantástica, 36 puntos. Con la puntuación de la segunda vuelta estábamos sólo por detras de Madrid, Barcelona y Valencia, era puntuación Champions…al final que damos en el puesto 11.

¿Dónde estuvo la clave del aquel Mallorca que ganó la Copa del Rey?

Pues…la clave estuvo en que el cuarto partido lo ganamos, porque me iban a cesar. El arranque fue malo y perdimos los tres primeros partidos. Nos tocaba ir a San Mamés y si hubiéramos perdido allí, no sé lo que hubiera pasado, o si…quizás me hubiera dado otro partido pero no más. Ganamos al Athletic y pudimos seguir encajando un equipo que al final hizo una temporada extrordinaria ganando en casi todos los grandes campos de la categoría. Ganamos en el Santiago Bernaéu, Nou Camp, San Mames, Mestalla, Riazor o Sánchez Pizjuan, en todos los grandes campos de Primera División y luego culminamos con la Copa del Rey.

La victoria en la final de la Copa del Rey tuvo unos prolegómenos tristes que afectaron a Samuel Eto’o…

Samuel pasó por un momento delicado antes de aquella final. Se estaba jugando la Copa Confederaciones en París, año 2003, y la selección de Camerún le dio permiso para venir a jugar la final. Estábamos realizando la sesión previa de entrenamiento cuando me vienen a decir que un jugador de Camerún, amigo de Samuel Eto’o, había muerto en el transcurso del partido Camerún-Colombia. El jugador era Marc Vivien Foé, muy amigo de Etoo. Acabó el entrenamiento y, como puede, me lo llevé a una esquina y le comuniqué a Samuel la noticia. Se quedó inmovil, con la mirada perdida y sin decir palabra. Lo tomé por los hombros y le dije que hiciera lo que considerara con absoluta libertad pero que, a mi juicio, debía que quedarse, marcar, ganar la Copa del Rey y dedicársela a su amigo. Eso fue lo que hizo, marcó dos goles, fue el héroe de la final y salió hacia París sin quedarse a las celebraciones.

Gran temporada, Copa del Rey y en verano de vacaciones y sin equipo…

Como en el caso del Real Valladolid, hicimos un buen trabajo pero en verano estaba sin equipo. Lo cierto es que a final de temporada, Mateu Alemany me dice que no sabe qué futuro tiene el club, que él no iba a seguir de presidente y que, por las deudas, el equipo podía bajar a Segunda A. El panorama que me pintó era desolador y no me quedó otro remedio que irme después del temporadón que habíamos hecho.

Vacaciones cortas…

Luis Aragonés, que tenía un contrato de dos años con el Atlético de Madrid, deja el club y es entonces cuando se ponen en contactocon Manuel García Quilón que me llama para hacerme cargo, por primera vez, del Atlético de Madrid. Llegué y la situación era dantesca. El club en manos de un administrador concursal, la plantilla con todos los jugadores que ascendiaron de Segunda División a Primera el año anterior, porque tenían la prorroga del contrato en virtud del ascenso, además de los jugadores que se habían incorporado esa nueva temporada. Me fui a los Ángeles de San Rafael con 39 futbolistas. Aquella temporada fue muy dificil y quedamos séptimos, empatados puntos con el SevillaFC que nos ganó por mejor diferencia de goles. Por eso no entramos en UEFA y parece ser que aquelllo, vieniendo del puesto 12 la temporada anterior, fue definitivo para no seguir.

Aquella temporada fue la de la muerte de Jesús Gil…

Yo hablaba con Jesús Gil casi todas las noches antes de los partidos. Me llamaba para darnos ánimos, aquella noche me llamó sobre las 11.45 y hablamos un rato como siempre. Recuerdo que me preguntó cómo vería la posibilidad de fichar a Samuel Eto’o, le dije que si juntaba a Fernando Torres y a Eto’o tendría la mejor delantera de Europa.

Por la mañana el doctor Villalón me dijo que sobre la dos de la madrugada Jesús Gil había sufrido un ictus y que estaba ingresado en estado crítico, a los pocos días murió. Puede que fuera conmigo con la última persona que habló.

Fueron jornadas muy convulsas y, en mitad de todo eso, jugamos un partido vital para entrar en UEFA. En el Vicente Calderón recibíamos al Real Zargoza. Ganando entrábamos. En el minuto 89 íbamos ganando 1-0 pero, en la culminación de muchas fatalidades, en el descuento nos metieron dos goles. El golpe fue brutal. Nos quedaba ganar el útimo partido en San Mamés y lo ganamos, pero el SevillaFC gana en casa a Osasuna y entra en Europa por el “gol average”. Ellos sextos, nosotros séptimos.

Después CD Málaga y segunda etapa en Mallorca

Ir a Málaga es una decisión que no debía haber tomado pero las decisiones, cuando se toman se asumen y, efectivamente, la temporada siguiente volví a Mallorca. Nando Pons, el Secretario Técnico, me llama en el momento que dimite Hector Cuper. La situación era tan mala que le dije:“Te agradezco la llamada pero salí de Mallorca como campeón de la Copa del Rey y no voy a volver para bajar a Segunda División”, peroalfinal cedí y ganamos el primer partido en Málaga. En casa recibimos al Real Madrid y después de ese partido, es anédotico, dimitió Florentino Pérez como presidente del Real Madrid. Con aquella victoria salimos del descenso y nunca más volvimos. Salvamos la categoría y tuve un buen ciclo en Mallorca, culminando en la temporada del 2010, en la que en el último segundo del campeonato, en el descuento, el SevillaFC, gol de Rodri en Almería, nos quita la plaza de Champions. Después estuve en una tercera etapa pero, desgradaciadamente, llegamos muy tarde y esa vez no se pudo cumplir el objetivo.

Después de aquello, curiosamente, aparece el SevillaFC…

Acabé el ciclo en el Real Mallorca, terminamos a unos segundos de la Champions pero no seguí y pasé otro verano de vacaciones, después de haber hecho una buena temporada. Estaba en paro cuando me dicen que Monchi quería reunirse conmigo porque el entrenador, entonces Antonio Álvarez, no iba a seguir. Nos reunimos en Madrid con Monchi y con Manolo Vizcaino. Me hicecargo del equipo y el miércoles jugábamos contra el Borussia Dormund en Alemania, partido de UEFA. Si no ganábamos nos quedábamos fuera. Ganamos 1-0. Al equipo le costó arrancar pero mejoró mucho con la llegada de Iván Rakitic y Medel. Si hubiéramos tenido ese centro del campo desde el principio hubiéramos entrado en Champions, sin duda. Fuimos quintos y el equipo estaba en Europa. Era un Sevilla en plena reconversión pero fue una temporada muy interesante.

Ese verano no tuvo vacaciones porque lo vuelve a llamar el Atlético de Madrid

Desmontando la casa de Sevilla nos llegó la llamada del Atlético de Madrid.Nos reunimos y me puse a trabajar en otra reconstrución, en este caso la del Atleti. Se iban Aguero, Forlán, De Gea…en la temporada anterior habían quedado séptimos y había que jugar dos previas para entrar en la UEFA. No teníamos jugadores porque había habido Copa América y los futbolistas estaban de vacaciones. Tuve que pedirle a Forlán, cuando bajó del avión, que por favor se viniera con nosotros a Noruega y me dijo que él se iba ya del Atleti y llevaba dos semanas de fiesta, que estaab muerto. Lo sé, le dije, pero vente. Vino, se puso la camiseta pero jugar, pudo jugar poco. No teníamos portero y trajimos cedido a Thibaut Courtois que debutó contra Vitoria de Guimaraes. Pasamos las dos previas, quedamos primeros en la fase grupos pero la temporada fue irregular, empezamos mal y no pude acabar la temporada. Al final el equipo ganó la UEFA pero la Copa no la levanté yo. Es una pena, no tiene mucha importancia pero lo he pensado, a los jugadores cuando participan en un torneo, aunque no lo hagan completo, les aparece en sus palmarés pero, con los entrenadores no pasa. No me puedo considerar ganador de aquella UEFA…es anecdótico.

¿Cómo ve el fútbol después haber dirigido más de 1000 partidos?

Lo más cercano ha sido la Eurocopa de Inglaterra y, la verdad, es que he visto pocas cosas nuevas, pocos avances, demasiada igualdad. Recuerdo que, no hace tanto, casi todas las Selecciones tenían uno o dos jugadores determinantes, en este momento veo muchos atletas pero menos jugadores extraordianrios. Todo es un poco más previsible. La Selección que ha destacado es la que ganó. Felizmente esa Selección es la nuestra.

¿Le decepcionó lo que vio?

Tengo la sensación, es sólo mi forma de verlo, de que algo se ha perdido en el camino. Los equipos eran todos muy parecidos y carecían, en la mayoría de los casos, de jugadores diferenciales. Salvo dos o tres Selecciones, las demás han estado en un nivel muy plano. Inglaterra llegó a la final y no destacó especialmente sobre las demás.

Todo lo que está cerca del fútbol crece, marketing, publicidad, medios técnicos, estadios, formatos televisivos, redes sociales…crece todo a gran velocodad pero tengo la sensación de que el fútbol se estanca.

Cada vez hay más partidos, el jugador descansa menos y cuando llegan los meses de abril y mayo, los ves sin la chispa que corrresponde por su calidad. Si se mantiene el actual nivel de competiciones, que por lo que veo no paran de crecer, va ser dificil que veamos grandes cosas. El jugador de fútbol es humano y tiene unos límites, si eso no se tiene en cuenta esto, el fútbol terminará dejando de ser un espectaculo atractivo, veremos mucho más fútbol pero de menos calidad.

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