Ismael Almazán, entrenador de fútbol, nos ha dejado una serie de reflexiones sobre su momento actual. Esta temporada dirige al conjunto de Los Villares (Jaén). Empezó a entrenar con 18 años, 81/82, y no ha dejado de hacerlo desde entonces, si exceptuamos el parón obligado de la pandemia. Ha pasado por infinidad de clubes y en este momento su discurso compendia la ilusión por seguir cerca del balón y de los banquillos y un sabor amargo porque muchas de las cosas por las que luchó y en las que tuvo fe, ya no están o queda poco de ellas.
Dejamos un adelanto de sus reflexiones en «Palabra de Fútbol» y hemos elegido una respuesta sobre un tema que él conoce muy bien porque su carrera, durante muchas temporadas ha estado ligada al fútbol base. Alamazán, de profesión maestro, ha usado sus conocimientos y sus virtudes pedagógicas para ponerlas al servicio de los jugadores que empiezan, quizá, es entrega le genera un punto de frustración que se nota en sus palabras al hablar de la cantera: «Yo era un enamorado de las canteras pero me he dado cuenta de que todo es mentira. Era un enamorado de esa idea de formar y sacar jugadores. Las familias tienen un papel, que ahora ha cambiado y los clubes también han cambiado en eso. Los equipos no lo trabajan porque tienen el temor de que luego los puedan dejar tirados y ese es un sinsabor muy fuerte. Trabajas con chavales que, en un momento determinado, se van con lo aprendido a otro equipo. Ya es todo interés. Por otra parte, trabajar en la cantera te tiene que gustar, además de estar preparado, te tiene que gustar mucho, ser un vocacional y echar, muchas veces, más horas de las que te pagan. Luego los clubes tienen que preocuparse de verdad de los jugadores para crear un vínculo real, tienen que buscarles salidas pero, en relaidad, la mayoría de los clubes malviven y la cantera es algo residual. Los grandes clubes tiene más posibilidades de generar canteras más fundamentadas pero, al final, es lo mismo. Las grandes canteras asoman en momentos de necesidad extrema. Creo que la realidad es esa, nadie cree realmente en el valor de las canteras.
Ismael nos habla en esta entrevista de sus inicios, de jugadores que empezaron con él dirigiendo en el banquillo y que luego llegaron a ser profesionales del fútbol, de sus experiencias a los largo de muchos años entrenando y de lo que ve ahora en su equipo, en sus jugadores y en el fútbol nuestro de cada día. Pronto podran leer completa su entrevista aquí, en «Palabra de Fútbol«.
