María Cánovas Gallego.- No pudo ser. El Real Jaén lo ha intentado hasta el final. Pero el primer asalto se lo lleva el Torre del Mar. El equipo malagueño marcó un gol tempranero, en el minuto siete, ya iban por delante. Y este resultado le ha servido para llegar al partido de vuelta con ventaja. Un partido de vuelta que se jugará el ocho de junio en Jaén.
La primera parte empezó con un Real Jaén que parecía tener las ideas más claras. Pero esto solo le duró hasta el minuto 7. Con el primer, y único, gol los ánimos bajaban y también el juego. Aunque Adri Paz y Óscar Lozano intentaban subir el ambiente. El partido sigue con una presión muy alta del Torre del Mar. Mientras que el Real Jaén tenía ocasiones muy contadas, pero que no hicieron trabajar mucho al portero torreño.
Los minutos pasaban, pero el gol de los jiennenses no llegaba. Lo que sí llegaba era la única tarjeta amarilla del partido. La veía Óscar Lozano que se perderá la vuelta de la final del grupo. Tras esto, el partido se resumía en llegadas y más llegadas del Torre del Mar. Y en un Real Jaén que seguía sin llegar con peligro a la potería rival.

Después de la pausa de hidratación, el partido ya parecía el día de la marmota. El glorioso la única forma que encontraba de atacar era a través de faltas. Saques largos que acababan en córner y estos en nada. La primera parte se terminó de la misma manera, con el Torre del Mar perdonando el segundo gol al Real Jaén.
La segunda parte sí que empezó diferente. El Real Jaén parecía reaccionar y empezaba a llegar a la portería contraria. Un cambio total en el partido que hacía que esta parte se resumiese en ocasiones del Real Jaén. Y es que el equipo jiennense no paraba de llegar a la portería contraria, pero sin mucha fortuna. La ocasión más clara llegaba con un remate de Juanma Porro en el minuto 74. Solo faltaba empujar el balón, pero lo mandó a las nubes.
El asedio fue constante hasta acabar el partido. Y sí, el Real Jaén se lo jugará todo el domingo con su gente. Aunque la gente le acompaña dónde va. Nada más y nada menos que 300 lagartos se desplazaron hasta la localidad malagueña de Torre del Mar. Unos aficionados que han soportado el calor, el no tener agua, el estar de pie y la poca visibilidad con tal de estar con su equipo.
Unas condiciones que no han sido humanas. Y un equipo que, aunque salga del campo destrozado, todo el mundo espera que se recomponga y se consiga el pase a la final nacional que les enfrentará al Atlético Central o al Lucena. La esperanza aún queda y la lucha también.