Julio Salinas Fernández (Bilbao, 1962). Delantero. Salinas tiene en su discurso la energía de un juvenil. Relata su vida con la pasión del que empieza y en algunos pasajes con la rabia del que sabe que las cosas pudieron ser, en determinados momentos,  de otra manera y que si no lo fueron no dependió de él. Le gusta competir. Asegura que si no es mejor en algunas cosas es porque prioriza siempre el ganar al perfeccionar.

Dejó el fútbol con 38 años y en unas condiciones físicas y de ambición futbolística excepcionales, pero lo dejó. Atrás 16 títulos. 1 Copa de Europa, 6 Ligas, 3 Copas del Rey, 4 Supercopas de España, 1 Recopa y 1 Supercopa de Europa.

Se formó en el fecundo y virtuoso “criadero” de futbolistas que tiene en Lezama el Athletic Club. Pasó por los escalafones inferiores y terminó jugando en el primer equipo. Dejó el Athletic para ir al Atlético de Madrid (84/85), gracias a que se acabó el histórico “derecho de retención”. Fue una salida traumática pero él tenía sus razones.

Sin embargo el paso por el Atleti, sólo iba a ser el puente que le llevara al FC Barcelona. Ahí logró ser un jugador de referencia y protagonista por sus goles en momentos históricos para la entidad. Colaboró con un gol en en la Recopa del 1989 y con otro en la Copa del Rey de 1990

Julio Salinas pertenece a esa generación de futbolistas vascos que han dejado su marca a nivel de club y de Selección. Jugó tres Mundiales con España (Mexico, Italia y EEUU) y marcó 22 goles en los 56 partidos en los que defendió la camiseta de España. Hoy se machaca jugando a pádel con el único objetivo de ganar cada partido. Es así y a estas alturas no hay perspectivas de cambio.

Se retiró tras una excelente campaña con el Deportivo Alavés pero podía haber seguido por sus números y por su condición física

De donde no te quieren te tienes que ir. No lo digo por la afición que siempre se portó fenomenal conmigo. Lo que pasa es que notas que no encajas y tienes que tomar decisiones. Fui al Deportivo Alavés después de volver de Japón. Allí en Japón tuve problemas con el entrenador y llevaba cinco meses sin jugar pero me llamó Mané para ayudar a salvar la categoría. En enero fui a hacer un entrenamiento y me vi tan bien que me quedé. No sabía si íbamos a salvar o no la categoría pero tenía claro que podía jugar a buen nivel. Mi hermano me dijo que estaba loco, que cómo iba a cerrar mi carrera con un descenso. Lo cierto es que mantuvimos al equipo. Recuerdo que fue en el último partido contra la Real Sociedad y marqué, metí un gol…con la mano.

Extraordinaria contribución pero no le ofrecieron renovar…

 Acabó la temporada. El equipo se mantuvo pero a mí no me llamó nadie. Al final llamé yo y hablé con el presidente. Tuvimos la reunión y me dijo que el proyecto había cambiado y que ya no me necesitaban, que iban a firmar a Kodro, a Miguel Ánguel, que había jugado en el  Logroñés y en el Espanyol, y que tenían también a Javi Moreno, de forma que no ya no entraba en sus planes. No me conformé. Le dije que estaba equivocado. Tuvimos un “tira y afloja” y le dije que había dos soluciones o salía por la puerta y contaba el trato que me habían dado después del esfuerzo y la temporada que había hecho o que firmaba un contrato en blanco: “Juego gratis – le dije – y  si no soy  máximo goleador del equipo no cobro nada pero si lo soy me pagas 200 millones de pesetas”. Se volvió loco: “Cómo quieres cobrar eso, 200 millones, tú estás loco”. Le dije que estuviera tranquilo porque, según él, yo no iba a jugar, que tenían a Kodro a Moreno…que Salinas era imposible que fuera el máximo goleador del equipo, que no le costaba nada poner eso en el contrato.

 Al final me propuso un contrato que yo firmé. Empezó la temporada y no jugaba. El primer partido lo perdimos 4-0 contra el Depor, después perdimos en casa. El tercer partido también lo perdimos fuera. El cuarto partido en casa íbamos perdiendo 0-1 en el descanso contra el Mallorca y en la segunda parte me sacan. Marco dos goles y ganamos el partido. A partir de ahí empecé a jugar con bastante asiduidad, tan es así que al final fui el máximo goleador del equipo por delante de Javi y de Kodro. El último partido fue en Bilbao y si ganábamos al Atlhetic entrábamos segundos en Champions. Perdimos (2-1) y yo marqué el gol. Entonces estaban todavía en uso las primas a terceros. Acabé cumpliendo el objetivo y la temporada fue estupenda. Sin embargo a mí no me querían ni el entrenador ni el presidente. No insistí. Me fui dejando mi imagen en el lugar que la dejé, en lo alto.

Usted ha sido un jugador rentable en lo deportivo y en lo económico, pero casi siempre o siempre, sus salidas han sido abruptas o no pactadas…

He sido un jugador que ha conseguido casi todos sus objetivos. Sin duda hay cosas que no he logrado. Me hubiera gustado ser Pichichi de Primera División, pero no tiraba los penaltis y eso se nota en los números de un delantero. Quisiera haber ganado un campeonato del Mundo o meter aquel gol contra Italia en el Mundial del 94 ante Pagliuca pero, en términos generales, he sido un jugador rentable.

Del Athletic me marché por motivos económicos. No me sentí valorado y salí. Creo que fui de los primeros que salía así, porque ya no había derecho de retención, pero gané dos Ligas y una Copa del Rey. Del Atlético de Madrid me fui por problemas con Jesús Gil pero llegué gratis y el Barcelona pagó 300 millones por mí y fui máximo goleador del equipo.

Del Barcelona, después de seis años, es Johan Cruyff el que me echa por decirlo de alguna manera, pero aquí en Barcelona la gente me quiere un montón y en esas temporadas lo ganamos todo Ligas, Copa de Europa, Copa del Rey, Superligas, Supercopa de Europa, Recopa… todo. Después me fui al Deportivo y más de lo mismo, ganamos los dos primeros títulos que ganaba el Depor en toda su historia y al año siguiente llega Toshack y me tengo que ir porque no cuenta conmigo, pero sacan 40 millones por mi. Estuvo bien, si tenemos en cuenta que había llegado gratis. Salí del Depor y fui al Sporting de Gijón, que es el club donde creo que más me quieren. Allí hice mis mejores años a nivel futbolístico pero me llegó una oferta de Japón, del Yokohama Marinos, no la veía clara, y se la comenté a Benito Floro pensando que él me iba a  convencer de que me quedara que, en el fondo era lo que yo quería. Pero mi sorpresa fue que Floro casi me puso las maletas en la puerta: “Vete, vete, no lo dudes”. Luego supe que tenía a Álvaro Luna esperando para fichar.

Me fui a Japón, hice dos temporadas estupendas pero se marchó Azkargorta. Pusieron al segundo de Azkargorta y con este, Goico y yo tuvimos problemas…me marcho. Llego al Alavés y ocurre lo que te he contado. Las cosas son así, pero puedo decir que he jugado en todos los equipos en los que he estado, grandes, pequeños, equipos de posesión, de juego directo, de contra golpe…en todos. Ni aclimatación, ni alimentación ni nada, he jugado en todos.

Salió del Athletic con problemas pero vivió cuatro temporadas inolvidables.

Desde niño quería jugar en el Athletic. Me formé en la cantera y fui Pichichi en Segunda B y en Segunda A. Jugué cuatro temporadas pero algunas compartiendo el segundo equipo y el primero. Viví con una generación de futbolistas increíble. Creo que tengo un don porque, casi siempre que llego a un equipo, hay un grupo de jugadores extraordinarios y marcamos una época. Experimenté cosas muy fuertes porque yo era un crío, tenía apenas 20 años. Entonces la gente se sabía la alineación de memoria, el ataque era Dani, Sarabia y Argote…era muy complicado entrar.

Sin embargo Javi Clemente apostó por usted pese a tener esos “primeros espadas” por delante

Tuve la suerte de que Javi apostara por mí, hasta el punto de que me puso por delante de Sarabia en la temporada 84/85. Aquello trajo consecuencias. En San Mamés se formó un revuelo tremendo entre quienes estaban a favor de la decisión de Clemente y quienes estaban en contra. Hubo una gran crispación en el ambiente pero yo ese año me “salgo”, los medios locales me señalaron como el mejor jugador de la temporada pero la afición, a veces, acepta mal el relevo generacional. Los directivos tampoco lo vieron y pensaban que Dani, Argote y Sarabia iban a durar toda la vida.

 La siguiente temporada, la 86/87, empezaron a notarse síntomas de desgaste en el equipo que había dado los títulos…

Esa temporada sufrimos mucho y, por si fuera poco, a falta de cuatro meses cesaron a  Javier Clemente. Aquello fue un mazazo para el vestuario. No lo aceptamos. Nos fuimos a hablar con el presidente, Pedro Aurtenetxe, para que cambiara la decisión y nos dijo que rectificaría si, a su vez, Javi Clemente reconocía otras cosas públicamente. Con ese mensaje nos personamos, a las cuatro de la mañana, en casa de Javi Clemente para decirle que tenía que volver y le comunicamos las palabras de Aurtenetxe. Clemente, que los tenía bien puestos, nos dijo: “Si la plantilla me dice que vuelva, yo vuelvo. Pero quiero que sepáis que si vuelvo, en estas condiciones, el que vuelve no es el verdadero Javi Clemente”. Nos hizo ver que si volvía, aceptando las condiciones del presidente, sería una marioneta y no él. Entonces le dijimos que así no le haríamos volver.

Estuvo en el Atlético de Madrid dos temporadas, dos temporadas convulsas. Con usted en la plantilla, Jesús Gil se estrenó como presidente.   

La verdad es que pese a que deportivamente estuve bien, fui máximo goleador las dos temporadas, todo fue un poco caótico. La primera temporada empezó Luis Aragonés, luego se marchó, volvió y al final estuvo Vicente Miera. Es curioso porque yo con Miera estuve en la Selección pero cuando llegó al Atleti empezó a no ponerme. Ese año jugamos la final de Copa del Rey y no me puso, siendo máximo goleador del equipo. Perdimos la final contra la Real Sociedad y al año siguiente llegó Jesús Gil.

La del Atlético de Madrid fue otra salida no desprovista de enredo…

Yo me decidí a salir porque en aquel equipo había todos los días un lío. Pensé en volver al Athletic porque ya el año anterior habían hecho un trueque, de tal forma que a Uralde que estaba en Atleti  lo cambiaron por Goicoechea. Ese año se estaba comentando que el Atlhetic quería hacer el cambio de Julio Salinas por Vicente Biurrun, el portero. Vi bien esa opción y quise marchar huyendo de los líos y de los discursos de Gil. Esa operación parecía encauzada, yo la veía muy bien y el club también pero un día me vino Maguregui, que iba  a ser el nuevo entrenador del Atlético de Madrid, y me dijo que el cambio no podía ser por Biurrun, que al que quería era a Genar Andrinua. Le dije que a mi me daba igual que yo lo que quería era salir, pero las cosas se complicaron. Un día me llama Jesús Gil y me dice: “El Atlhetic quiere el cambio y, además, dinero y ya me engañaron, abusaron de mí, el año pasado con el cambio de Uralde, pero no me van a engañar dos veces, no les voy a dar nada. ¿Te importaría ir al FC Barcelona?.  Te va a venir a ver Johan Cruyff, a tí a Eusebio”. Nada que objetar por mi parte. Nos vio en un partido contra el Valencia y la verdad es que yo jugué mal ese partido pero la operación se cerró.

El fichaje por el FC Barcelona lo avaló Cruyff pero el que lo había pedido fue Javier Clemente

En realidad es que, cuando yo llego al Barça, el que iba a ser el entrenador era Javi Clemente y la lista de jugadores que se debían firmar la hizo Clemente, por eso a aquel equipo se le llamó el “euskobarça”.  Sin embargo a José Luis Nuñez, al final, le pareció que Javier Clemente era un entrenador problemático y decidió no traerlo porque estaba muy reciente el llamado “Motín del Hesperia” y se venía de una temporada muy convulsa. En una palabra: se “acojona”. Finalmente buscan una persona que pudiera aglutinar a todas las “familias” del bacerlonismo y piensan en la figura de Johan Cruyff

Una lista de jugadores hecha y pensada por Javier Clemente que termina entrenando Johan Cruyff…

A ver…ten en cuenta que en esa época no había extranjeros, creo que se podían tener dos o tres. Entonces las plantillas estaba hechas de jugadores nacionales y si tienes que apostar, apuestas por los que son internacionales. Tampoco era tan complicado. Javi lo que hizo es intentar rodearse de jugadores que conocía: pez Recarte, Beguiristain, Goicoechea, Jose Mari Bakero, Soler, Valverde, Julio Salinas…internacionales y de su confianza. Luego llega Cruyff y tiene que trabajar con ellos pero, claro, eran todos internacionales no es que fueran del montón. Lo que pasa es que Johan Cruyff es el Julio Verne del fútbol. Implantó un sistema totalmente nuevo. Estábamos a años luz de lo que él proponía. Entonces el fútbol era lucha, presión, cerrarse en bloque y él llegó diciéndonos que buscáramos el espacio: “Abrimos el campo y vemos dónde está el espacio libre, dónde tenemos al jugador libre”.

Fue una revolución que se pulió poco a poco. En el camino ganamos una Copa del Rey y una Recopa y luego fue incorporando jugadores que ya traían el sistema de serie. Vino Koeman con una salida de balón diferente, marcando el nuevo estilo y luego de la cantera salieron, Puyol, Ferrer, Guardiola, Amor, Sergi a lo que fue sumando fichajes de lo mejorcito que había en Europa y en el mundo, Stoichkov, Laudrup y para terminar Romario. Teníamos la veterania, la experiencia y el compromiso de los vascos, el sentimiento de los que llegaban de la cantera y la calidad de los que vinieron de fuera. De ese equipo es del que arranca todo y al que se le señala como el Dream Team

Se puede decir que los vascos fueron el hormigón” sobre el que se armó el equipo de ensueño de Johan Cruyff

Sin duda, los vascos eran el hormigón, los que mandaban, los que dirigían y donde se apoyaba todo el equipo, con Zubizarreta y Alexanco a la cabeza. Ellos eran los líderes de aquel equipo. En torno a ellos giraba todo.

Habiendo vivido todo eso, siendo parte de la historia del club, habiendo participado en grandes gestas ¿Cómo se explica la actual situación del FC Barcelona?

Puedo hablar como todo eso y como socio. Cómo se ha llegado a esta situación es inexplicable. Está claro que ha sido una mala gestión. Gastas más de lo que tienes, tiras la casa por la ventana y haces negociaciones fuera de lugar. El Barça ha gestionado mal y ha negociado peor. Ahora tiene jugadores que cobran muy por encima de su valor y por eso no se van, es normal. Es muy difícil vender, aunque todos los días salen noticias que son humo, bulos, para entretener a la gente. Todos los días sale que  Araújo puede irse, ahora está lesionado, por cien millones, Raphinha por 80…castillos en el aire. No te da nadie nada. Parece que cuando compra el Barcelona, tiene que pagar tres veces más de lo que vale un jugador y lo peor es que lo paga. Luego palancas, venta de activos…hipotecas que ponen en riesgo el futuro.

¿Dónde puede estar la solución?

Yo creo que el aficionado, el culé de toda la vida, prefiere tirar dos años con estos chicos de la cantera, hacer el papel más digno posible, solucionar el problema económico y no hipotecarse más. Lo ideal sería vender a todos los que están sobre valorados en su ficha y aguantar con los chavales. El problema es que por todos estos que se han firmado caros, nadie da nada. Todo son bulos. El problema del Barça es que históricamente ha vendido mal. Ahora acaba de regalar a Dest para quitarse la ficha. Vende mal y compra…compra a Vítor Roque. ¿No había nada en casa?

¿Qué le parece la expectación por Nico Willians?

La primera vez que vi a Nico fue porque mi hermano Patxi entrenaba al Basconia  y me dijo que fuera a verlo porque había un chico que marcaba diferencias. Efectivamente, lo vi y era una bomba. Tardó más en llegar porque al Athletic no le interesaba subirlo y creo que exponerlo demasiado. Pero el talento es muy difícil de esconder y ahí está, mejor que el hermano.

Nico se ha portado muy bien con el Athleic, ha sido muy elegante. Hay que quitarse el sombrero. El club le ha dado mucho a él y a su hermano le ha firmado un contrato hasta el 2029. Un buen contrato porque el jugador vasco, al Atlhetic le pide mucho debido, a las circunstancias derivadas de la filosofía del club. Nico puso una cláusula que no es barata pero que tampoco es cara. ¿Que si se va a marchar?. Seguro, yo creo que eso lo sabemos todos. Su destino ideal, por todo, es el FC Barcelona, aunque me duela verle salir del Athletic porque al irse deja un vacío tremendo, pero si sale, esta o la temporada que viene, el mejor sitio es el Barça.  

¿Como parte de la historia del FC Barcelona qué opina de la amortización” de figuras como Messi, Koeman y Xavi?

Con Koeman se fue muy injusto. A Koeman se le usó. Él estaba muy bien en su Selección, lo traes aquí por necesidad, se presta a dejarlo todo y viene a ayudar pero nunca tuvo la confianza de Laporta, nunca. A Xavi lo traes por necesidad, porque no era tu entrenador. Fue un intento como el de Johan Cruyff, para unir al barcelonismo y así evitar las críticas. Con Xavi se ha sido muy injusto y el final fue increíble, no se le trató bien; con Messi más de lo mismo. No fueron las formas adecuadas pero hay más, Guardiola  también se fue muy discutido. Ahora todo el mundo le aplaude pero hay que mirar atrás.  El comportamiento del Barça con sus ídolos no es el más adecuado.

Asunto Negreira

El caso Negreira es un tema de corrupción. Así de fácil. Da la impresión de que del Barça se han llevado dinero a mantas. Este pufo” de ahora es porque se ha llevado dinero todo el mundo. El “Caso Negreira”, como  lo de las concesiones, los sueldos multimillonarios…cuando el dinero no es tuyo qué fácil es darlo. Al final, para las cantidades que se mueven en el fútbol, 7 millones no parecen mucho pero es dinero del FC Barcelona que se ha ido a otras manos. No creo que ese dinero haya llegado a los árbitros. Históricamente los árbitros han ayudado a los grandes y cuanto más grande más ayuda. Yo creo, que de los grandes, al que más se le ha ayudado es al Real Madrid. Esto de Negreira es un caso de corrupción  donde ha habido algunos beneficiados, que no han sido los árbitros y un perjudicado que es el Barça.

¿Cómo ve la plantilla del Real Madrid para la próxima temporada?

Sinceramente, para mí es un problema. Mbappé es un pedazo de jugador y puede marcar una época en el Real Madrid pero yo creo que va a ser problemático. Primero por el tema salarial, al final las comparaciones son odiosas pero todo el mundo las hace y si yo soy Vinicius, por mi estatus, yo quiero cobrar igual que tú. Además Vinicius quiere ser el Balón de Oro y Mbappè viene para ganarlo.  Hace dos años yo hubiera cambiado a Vinicius por Mbappè  más cien millones y el Madrid hubiera entrado. Ahí el PSG no estuvo listo.

La imagen ahora va a ser el francés y los demás a cambiar de posición y a aparecer como “segundos espadas”. Manejar esos egos va a ser difícil y menos mal que tienen a Ancelotti que es un genio en eso, le miras y ves que ni pestañea pero no lo va a tener sencillo. Ahora todos lo arropan pero si las cosas no van bien el socio  se  puede acordar de las negativas y de los feos y de Mbappè. Creo que a nivel deportivo el Real Madrid no necesita en estos momentos este jugador.

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