Rafael Moga Camacho.-
Antonio Crespo Mateos, es otro de los grandes futbolistas que han pasado por el Recreativo Bailén. Crespo fue un jugador distinguido por su valiosa aportación defendiendo los colores del “Recre”, así como en todos los clubes en los que ha militado. Su compromiso en el Recreativo de Bailén fue total, consiguiendo un alto rendimiento con el equipo y siendo considerado por entrega y por su identificación con los aficionados, como uno de los grandes de la historia del fútbol local.
Crespo, nació el 16 de diciembre de 1956, en Villargordo (Jaén). Su fichaje por el Recreativo se produjo en la temporada 1977/78 de la mano de Julio Fernández Chicote, tenía sólo sólo 18 años. Chicote lo había traido del Linares, C. F. “B”, ya que por esas fechas el equipo linarense había renunciado a la Primera Regional. categoría donde militaba el filial de la ciudad linarense. Junto a Crespo, llegaron otros componentes del filial, todos ellos formados por el entrenador vallisoletano: Antonio Linares, Carriquí, Montiel, Diego, Yayo, Pino, Carles, Mendoza Juan Manuel y Pedrito.

Antonio Crespo Mateos, fue un delantero goleador y su eficacia en el terreno de juego, le convirtió en la referencia de todo el equipo. Goleador nato, manejaba tanto los pies como la cabeza a la hora de concretar sus remates. Crespo era un gran conocedor de los terrenos fundamentales, tenía el área en la cabeza y eso le convirtió en uno de los jugadores más determinantes del equipo bailelense. Él tuvo el honor de ser el jugador que marcara el primer gol del Recreativo de Bailén en Tercera División. Fue ante el Industrial de Melilla, en la primera jornada de liga, 7 de septiembre de 1980, en el Estadio Álvarez Claro, de la ciudad melillense.
Tras la temporada 1980/81, la primera de Chicote en Tercera División, Julio Fernández, no llegó a un acuerdo con el Recreativo y fichó por la U. D. Carolinense y el entrenador que lo sustituyó en Bailén, fue el cordobés Juanín. Crespo, esta vez a las órdenes de Juanín, volvería a brillar con luz propia.

Juanín se llevó un grato recuerdo de la temporada que realizó Antonio Crespo, y fue por ese motivo por el que, el técnico cordobés recomendó al Córdoba, C. F. su fichaje. El paso de Antonio Crespo al conjunto de la Mezquita ocurrió en la campaña 1982/83. Casi al final de la temporada el jugador jienense decidió dejar el Córdoba y volver a la Tercera División para reencontrarse con Julio Férnández Chicote, esta vez en el CD Villanueva.
La provincia de Jaén tiene en su historia muchos ejemplos de jugadores que han tenido un valor futbolístico por encima de las categorías en las que militaron. Las circunstancias, los tiempos o, simplemente, la falta de la suerte necesaria en todos los terrenos de la vida, evitaron que pudieran trasladar su calidad, sus virtudes y su amor a la pelota, a niveles más altos. Donde si dejaron su impronta es en el fútbol provincial y Antonio Crespo es uno de esos futbolistas que en su caso, desde Villargordo, recorrió la geografía del fútbol de Jaén y dejó donde estuvo esa estela de futbolista de jerarquía y de entrega personal. La cantera del Linares CF, Recreativo de Bailén, CD Villanueva, Iliturgi, Úbeda, Porcuna y Villargordo...son espacios en los que Crespo marcó etapas de compromiso total y dejó goles, no se puede dar más.






































