Antonio Pérez Ortega (Jaén, 2000). Antonio, jugador del Fútbol Sala en el FCBarcelona, prepara con la Selección española, el Campeonato del Mundo que se celebrará en Uzbekistán, del 14 de septiembre al 6 de octubre. El equipo español ha jugado dos partidos dentro de su calendario de puesta a punto para esta cita y ha cosechado una victoria y una derrota frente al mismo rival, Marruecos. Este lunes arranca, tras un descanso, el trabjo de la Selección en busca de cumplir los objetivos en este Mundial.
Antonió Pérez, como la mayoría de los niños, comenzó jugando al fútbol pero terminó cambiando el cesped por la pista y en ese momento se plantó la semilla de uno de los jugadores de Futsal con más talento de nuestro país. Pérez Ortega es un ejemplo vigente y exitoso de cómo se pueden conciliar los estudios y el deporte de élite. Jugó en el equipo de su tierra hasta que hubo concluido sus estudios de derecho en la Universidad de Jaén. A lo largo de ese periodo tuvo ofertas para salir a los equipos más importantes de España, casi todos ofrecieron condiciones y cantidades concretas para mover a Antonio. Sin embargo, su propia hoja de ruta y la influencia directa de su entorno familiar, pospusieron todo hasta tanto no cumpliera sus objetivos académicos. Llegado el momento se decantó por la oferta del CF Barcelona, con el que cumple su tercera temporada. Desde su llegada al conjunto catalán Antonio no ha dejado de crecer. Muy pronto, vieniendo de las categorías inferiores de la Selección, con las que ganó un título europeo, Fede Vidal, selecionador español, le dio paso en la Selección absoluta y el proceso ha sido el mismo. Antonio llegó de puntillas y hoy representa a los valores emergentes y ya consolidados con los que cuenta el Futsal nacional.
Concentrado con la Selección Antonio Pérez ha respondido a las preguntas de Palabra de Fútbol ante el reto del Mundial y la exigente temporada del CF Barcelona.
¿Cómo afronta la temporada en el CF Barcelona, en lo personal y en lo deportivo?
En lo personal estoy muy integrado en la ciudad, esta es ya mi tercera temporada y me siento muy cómodo. La aclimatación fue fácil y en ese aspecto estoy muy satisfecho. Dentro de mi equipo la situación ha ido evulucionando de forma muy positiva y cada día estoy más contento con mi trabajo, con la adaptación al equipo y del peso que tengo dentro de él. Cada día me siento más importante y la exigencia por parte de los técnicos es mayor. Esto también es un estímulo.
Para el equipo va a ser una temporada diferente y cargada de exigencias. No podremos jugar Champions. Perdimos la final y no ganamos el campeonato y eso nos obliga a salir con más responsabilidad pero, también, con más ilusión a ganarlo todo. Estoy convencido de esta temporada va ser diferente, sólo espero que nos respeten las lesiones y podamos estar todos a nuestro mejor nivel.
Se ha referido a su crecimiento dentro del equipo ¿En qué aspectos ha sido mayor?
Hay que tener en cuenta que cuando llegué sólo tenía 21 años, llegaba al mejor equipo del mundo y todo era nuevo para mí. Venía de un equipo que había hecho cosas importantes, Jaén Paraíso Interior, pero el FC Barcelona fue un salto hacia adelante de grandes dimensiones. No es que ahora se mucho más mayor, tengo 23, pero ya las cosas las percibo de otra manera. El tiempo ha pasado, todo ha sido muy inteso y ahora estoy mucho más integrado en el grupo y con más responsabilidad en todo. Mi posición, cierre, me obliga a ejercer un liderazgo en el juego y yo lo he aceptado. Eso también me hace sentir importante y representa un estímulo para mí. Espero que con el nuevo entrenador, Tino Pérez, con el que todavía no he podido hablar, siga teniendo la misma confianza y mi aportación siga siendo la mejor para el equipo. Creo, hasta donde sé, que la línea no va a variar mucho y eso puede ser bueno para el equipo en general y para mí de manera personal. Supongo, de todas formas, que el entrenador nos pedirá ser eficientes, jugar bonito y, sobre todo, ganar partidos y ganar títulos que es de lo que se trata y a lo que estamos obligados por vestir la camiseta del club en el que estamos.
¿Qué balance nos puede hacer de los inicios de la preparación para el Mundial de Uzbekistán?
El comienzo de la prepración ha sido duro, es el principio y es lo que toca. Mucho trabajo físico, muchas dobles sesiones, resistencia y trabajo en el gimnasio. Algo duro pero necesario. Hemos jugado dos partidos contra Marrruecos, que es una Selección bastante potente y que lo viene haciendo muy bien en los últimos tiempos. Los partidos los jugamos en Marruecos y cerramos con una victoria y una derrota. Lo importante en estos encuentros, más que el resultado son las sensaciones y creo que las sensaciones han sido muy buenas. El equipo tiene mucho margen de mejora todavía. Debemos tener en cuenta que ellos llevan casi dos meses de prepración y nosotros a cabamos de empezar, sólo llevamos una semana de trabajo, y eso se nota. A partir de ahora seguiremos el plan de entrenamiento y afrontamos los próximos partidos, tanto en Las Rozas como en Ferrol, con rivales como Francia o Hungría que servirán para ir afinando nuestra puesta a punto. En estos amistosos lo importante es la preparación, pulir los detalles y llegar bien a la cita final. Estoy seguro que llegaremos en un buen momento de forma para afrontar el Mundial.
¿Hay razones fundadas para creer que se puede aspirar a ganar el Mundial?
Hay razones y muchos motivos para confiar en que esta Selección puede aspirar a lo máximo. Llegado el momento estaremos en condiciones de jugar para conseguir el título. A pesar de que en lo últimos campeonatos no se hayan alcanzado los títulos, ya sea europeos o mundiales, pero siempre hemos estado ahí. La moneda ha caído ultimamente para el otro lado pero ya va siendo hora, nuestra hora. El equipo confía mucho en sus posibilidades, hay una gran convicción y sabemos que, siendo un camino muy difícil, estamos perfectamente capacitados para conseguirlo. No cosnta que emitimos señales de fortaleza y que los equipos no quieren enfrentarse a nosotros porque somos un equipo muy correoso y con calidad. Es un hecho que todo el mundo nos quiere evitar. No tengo ninguna duda de que tenemos posibilidades reales de estar en la lucha final y que podemos, perfectamente, ganar este mundial por el equipo que tenemos y por la fe en nuestras posibilidades.