“A las chicas que empiezan les diría que si persiguen su sueño de llegar lejos en este deporte tienen que ser constantes, trabajadoras, disciplinadas y que disfruten al máximo de lo que están haciendo en cada momento”.
Siempre es un placer entrevistar a deportistas de élite que están o han estado en la cresta de la ola, máxime, cuando se trata, como en este caso, de una jiennense, más concretamente, de Linares. En su carrera deportiva triunfó con el baloncesto. Deseamos conocerte un poco más y que tu trayectoria deportiva quede plasmada con tinta indeleble en Palabra de Fútbol.
¿Por qué el baloncesto? ¿Cómo y dónde comenzó esta pasión?
Mi comienzo en este mundo del baloncesto tuvo su origen en el Colegio San Joaquín. Se realizaban actividades extraescolares y como era más alta de lo normal, me apunté a basket.
Se sucedieron los partidos contra otros centros educativos hasta que el CB. Santana se fijó en mí y, a partir de ahí, es cuando comienza, de forma más nítida, mi relación con este deporte.
Con catorce años, el Zaragoza, muy interesado en mi evolución, me fichó y es aquí dónde empieza mi aventura en Liga Femenina.
Debut en la Liga Femenina con Zaragoza. ¿Qué sentiste?
Fue una experiencia muy satisfactoria y gratificante. Lo recuerdo con muchos nervios porque aún era muy joven y, a la vez, con una motivación bastante grande.
Tenía incertidumbre, al salir de mi ciudad, por saber si lo haría bien y cumpliría con las expectativas depositadas en mí. Tuve la oportunidad de competir con mi equipo en las dos competiciones, europea y regular, y eso como experiencia, fue algo realmente formidable.
“Podría haber aguantado un poquito más. Físicamente estaba bien, pero llegó un momento que, mentalmente, mi cabeza reflejaba que no podía seguir más. A día de hoy, tengo la clara convicción de que fue una buena decisión”
Lo bueno que tenía con este club es que nosotras seguíamos jugando en nuestra categoría de junior y me servía de formación porque no paraba de competir aunque, en el equipo senior, no tuviera tantos minutos.
Posteriormente, tuviste la fortuna de jugar en equipos importantes como FC Barcelona, Perfumerías Avenida, Extrugasa o Cadi Seu D’Urgell entre otros. ¿Con cuál experiencia te quedas?
La mejor experiencia es tener tantos entrenadores diferentes de los cuales aprendí muchísimo. Se preocuparon de que mi juego mejorara cada día. Además, tuve compañeras y rivales que favorecían esa evolución porque me hacían esforzarme y superarme, más, si cabe. Igualmente, me ha permitido conocer muchos lugares maravillosos de España y permitirme el lujo de tener buenos amigos allá por donde he vivido.
¿Cómo te describes como jugadora? ¿Cuáles eran tus mejores virtudes?
Siempre he sido muy luchadora y constante. Además, era una jugadora polivalente al poder jugar en dos puestos diferentes: ala-pívot. Esto, a los entrenadores, les agradaba bastante. También, destacaba por el rebote ofensivo y por ser una buena tiradora de tres; cuando jugaba de cuatro, ésta, era una cualidad que solía explotar de forma muy acertada.
Convocada con la selección española para los juegos Mediterráneos de Túnez en 2001. ¿Qué sensaciones tuviste al enfundarte la roja?
Fue una de las experiencias más importantes de mi vida deportiva y, si encima, le añades ganar una medalla de bronce, se multiplican las buenas sensaciones. Toda jugadora que está en la élite a lo máximo que aspira es a estar en la selección y a conseguir medallas y títulos y defender su camiseta con la máxima responsabilidad y esfuerzo. Fue un campeonato muy disputado y bonito; las sensaciones fueron inmejorables e indescriptibles. Compartí momentos inolvidables con otras deportistas en la Villa Olímpica. Son experiencias que hay que vivir.
“Fui una jugadora polivalente al poder jugar en dos puestos diferentes: ala-pívot. Esto, a los entrenadores, les agradaba bastante. También, destacaba por el rebote ofensivo y por ser una buena tiradora de tres”
Por fin, tu ciudad de Linares, te galardona y reconoce tu trayectoria deportiva. ¿Orgullosa?
Muy contenta y agradecida al Ayuntamiento de Linares por haberme otorgado el premio de honor. Fue justo antes de la pandemia, estaba el acto preparado pero, con el confinamiento, se suspendió la entrega y, a los catorce meses, por fin, se pudo realizar. Estuve rodeada de gente a la que aprecio y lo recuerdo como algo muy especial. Es cierto que, tras 23 años de carrera, puede que llegara un poquito tarde en el tiempo, pero igualmente, muy agradecida e ilusionada por lo que viví ese día.
¿Por qué decidiste acabar con esta aventura deportiva tan joven?
Podría haber aguantado un poquito más. Físicamente estaba bien, pero llegó un momento que, mentalmente, mi cabeza reflejaba que no podía seguir más. Además, mis lesiones de rodilla, aunque se iban recuperando, óptimamente, también pesaban bastante. Era una sensación clara de que tenía que parar, de hacer otras cosas que no había hecho antes por mis obligaciones deportivas (momentos personales y familiares, fundamentalmente).
A día de hoy, tengo la clara convicción de que fue una buena decisión. He disfrutado mucho del baloncesto y lo recuerdo con muchísimo cariño, pero con 33 años, he podido hacer muchas cosas que deseaba con fuerzas y he podido cumplir.
¿Alguna anécdota que recuerdes de tu trayectoria deportiva con jugadoras o directivos?
Recuerdo que, en muchos momentos, en concentraciones con la selección, las jugadoras más mayores nos hacían alguna novatada a las más jóvenes. Teníamos que pasar algunas “pruebas”: disfrazarnos, actuar en público cualquier cosa que nos pedían, etc. Solo así, podríamos pasar a denominarnos “veteranas”. Fueron momentos de muchas risas los cuales recuerdo con mucho cariño.
¿Sigues ligada de una u otra forma al deporte?
El deporte forma parte de mi vida, siempre lo ha sido y lo seguirá siendo mientras viva. No concibo mi vida sin él. El baloncesto lo dejé de practicar pues cuando dejas de fortalecer el cuerpo y entrenar profesionalmente de forma diaria, sientes que te puedes lesionar o recaer de alguna lesión. Practico mucho el atletismo, especialmente, en el campo. Me hace sentir muy bien. Intento siempre sacar un hueco para hacerlo, sin olvidar la bici o la natación.
Actualmente, ¿cómo es tu día a día?
Dedicación a mi hijo que tiene cinco añitos. Intento inculcarle, siempre, los valores y la importancia del deporte. Ya está apuntado a baloncesto y comienza a hacer sus primeros pinitos. De momento va bien y le encanta.
Además, terminé mis estudios de Técnico Especialista en Radiodiagnóstico y Auxiliar de Enfermería siendo mi último contrato antes del COVID haciendo una sustitución en el Servicio Andaluz de Salud. Actualmente, estoy en paro, pero espero que sea algo pasajero y que pronto me vuelvan a llamar.
¿Qué le dirías a esas niñas que están empezando con este deporte y que esperan llegar a donde lo hiciste tú?
Les diría que si persiguen su sueño de llegar lejos en este deporte tienen que ser constantes, trabajadoras, disciplinadas y que disfruten al máximo de lo que están haciendo en cada momento.
Si tienen que sacrificar alguna fiesta o algo personal, deben hacerlo, pues es un deporte que requiere mucho tiempo y dedicación. Merece muchísimo la pena, es una pasión y si quieren alcanzarla, haciendo bien las cosas, no es imposible. ¡Ánimo a todas ellas!