«Ronaldo es una figura a nivel mundial y hasta que no estás cerca de él no te das cuenta la magnitud que tiene y lo que es en sí.»
Javier Moyano Lujano es futbolista. Nació en Jaén en 1986 e inició su carrera como jugador en la cantera del Real Jaén. Hasta octubre del año pasado jugó en el Real Valladolid, equipo con el que ascendió a Primera División y del que ha sido capitán varias temporadas. Hace unas semanas se incorporó a la plantilla del C.D. Castellón para militar de aquí a final de temporada.
Ya estás de vuelta en tu vida futbolística, ¿Por qué has elegido el CD Castellón?
Me decanté por esta opción porque el CD Castellón ha puesto interés desde muy atrás, fueron los primeros en contactar conmigo de forma seria, y todas las referencias sobre este proyecto, club y ciudad eran positivas. Muy contento con la decisión que he tomado, sé que tenemos un objetivo difícil pero igual que los que he tenido en otras temporadas.
¿Cómo han sido tus primeros pasos en el equipo y en la vuelta a la competición?
Desde el primer día me puse a las órdenes del Míster y todo el cuerpo técnico para estar lo mejor posible cuanto antes, debuté en Almería con los primeros 25 minutos y en la siguiente jornada ya he jugado mi primer partido como titular.
¿Cómo te has sentido volviendo a la titularidad con el CD Castellón?.
Una derrota siempre es difícil, te deja sensación agridulce pero contento por estar participando y ayudando al equipo en todo lo posible. Ahora está claro que, una vez conseguido el objetivo de volver a la dinámica de grupo, hay que seguir a tope para conseguir el objetivo de la salvación.
¿Cómo recuerdas ese debut en Primera División como capitán del Real Valladolid?.
Fue un día en el que ves reflejada toda tu trayectoria. Yo siempre dije que jugar en Primera División no era un objetivo ni una obsesión. Cada categoría en la que estuve fue lo máximo, y jugar en Valladolid, vivir un ascenso y debutar en Primera División era más una recompensa a todo ese esfuerzo para algún día poder llegar que algo que me obsesionase. He tenido la suerte de enfrentarme a los mejores y de representar a un club tan grande como el Real Valladolid siendo su capitán en todos los estadios de la Liga.
¿Cómo es tu relación con Ronaldo Nazario, actual presidente y máximo accionista del Real Valladolid?
Es muy buena y fluida, como capitán hemos tenido que mantener una relación más estrecha que con otros compañeros por todo lo que implicaba. Ronaldo es una figura a nivel mundial y hasta que no estás cerca de él no te das cuenta la magnitud que tiene y lo que es en sí. Para conocer de primera mano cómo estaban los jugadores y las sensaciones que había recurría a mí, me mandaba muchos mensajes de apoyo y ánimo después de los partidos. Además a raíz de la esta pandemia la relación se hizo aún más estrecha la relación. En el confinamiento todo era una incertidumbre respecto a la competición y él quería que estuviésemos preparados para todo lo que pasase, dándonos un apoyo que al final hace que se forje una relación que jamás hubiera imaginado. Solo el hecho de tener entre mis contactos a Ronaldo ya es una recompensa de mi trayectoria para contar a todo el mundo.
Aybar me dijo: “Tú haz lo que haces en los entrenamientos, no tengas miedo a nada, saca tu descaro y tu desparpajo porque es tu fuerte, no pierdas eso porque si no te convertirías en uno más”.
¿Cuáles han sido los clubes de tu vida?
Ha habido tres clubes que han marcado mi carrera futbolística, el Real Jaén es el club que me formó, que me dio la oportunidad de jugar y de debutar en categorías inferiores, después el Tenerife por darme la opción de jugar en Segunda División y por supuesto el Real Valladolid, que ha sido el club en el que más años he estado, donde me he sentido importante desde que llegué y donde me han dado las opciones a todo.
¿Cuál es el momento más emocionante de tu carrera futbolística?
Tengo varios, se me eriza el bello de recordarlo, cuando llevas 17 años como profesional hay varios que los catalogas como importantes. Para mí la sensación que me dejan los ascensos son lo máximo, son algo único, y piensas que nada lo va a superar, siempre me quedo con los logros colectivos, pero es cierto que después del ascenso a primera con el Real Valladolid, lo más reciente y emocionante fue cuando conseguimos la salvación al año siguiente en el campo del Rayo Vallecano, nunca había llorado por un logro hasta ese día. Fue una temporada en la que nadie apostaba por nosotros, había muchos debutantes en la plantilla, no era un equipo con trayectoria en la categoría y además teníamos uno de los presupuestos más bajo. La temporada fue dura por eso al alcanzar la salvación en la penúltima jornada hizo que estallásemos en llantos de alegría y liberásemos de toda la tensión.
¿Qué tal con la afición del Real Valladolid y el ambiente en el estadio José Zorrilla?.
Es una afición brutal, tiene mucho potencial para ayudarnos y empujarnos en todos los partidos, y a su vez es una afición exigente, quieren ver el máximo rendimiento en el campo y que tú estés por la labor de sacrificarte por esa camiseta en cada partido, pero está claro que sin exigencia no hubiese habido éxito. El Real Valladolid cada temporada que pasa es un club mejor, con mejores jugadores y mayor capital.
¿Cómo surgió que fueses futbolista, fruto de una casualidad, vocación…?
Creo que, en mi opinión personal, es una profesión vocacional, no puede ser fruto de la casualidad porque ser futbolista tiene muchísimo trabajo y constancia, tienes que sacrificar muchas cosas que a cierta edad con 15 o 16 años piensas que son lo más importante, como estar con tus amigos, salir..
¿En qué momento descubren el talento que tienes y das el salto? ¿Alguien se fijó en ti?
Empiezas jugando con tus amigos porque te gusta el fútbol, vas cogiendo una rutina y lo haces de forma habitual, yo recuerdo desde niño que no me suponía un esfuerzo no salir los fines de semana porque el domingo jugaba. Cuando haces lo que te gusta, eres capaz de dejar a un lado el resto de cosas. Luego llegó un día en el que debuté en un club como el Real Jaén, al que iba a ver de pequeño con mi padre a la Victoria antigua. De repente un día te ves debutando en el estadio actual y que tú eres parte del equipo
Mi debut fue en mi tercer año de juveniles, ahí el chip cambió, empecé a ser convocado por selecciones nacionales de tu edad, y te das cuenta que tienes unas condiciones que las puedes explotar y seguir creciendo. En mi caso me dio la oportunidad de debutar en el primer equipo José Jesús Aybar.
¿Cómo recuerdas ese debut con el Real Jaén C.F. en enero de 2004?
En esa época yo estaba en juveniles, pero llevaba un par de años entrenando habitualmente con la primera plantilla, no pasé ni por el Jaén B, di el salto al primer equipo. Una semana como otra cualquiera me cogió Aybar, que llevaba una camiseta en la mano sin nombre ni número, me la dio y me dijo: “Eres el único de toda la plantilla que hoy ya sabe que va a ir convocado el domingo”. Yo venía de tener una sanción por acumulación de tarjetas con el equipo de juveniles y de ahí surgió mi oportunidad, me quedé muy sorprendido, toda esa semana hasta que llegó el partido no podía dormir, me compré hasta unas botas nuevas para debutar.
Recuerdo perfectamente que entré en la segunda parte y cuando me mandaron a calentar me temblaba todo, Aybar me dijo: “Tú haz lo que haces en los entrenamientos, no tengas miedo a nada, saca tu descaro y tu desparpajo porque es tu fuerte, no pierdas eso porque si no te convertirías en uno más” y a partir de ahí un año y otro, otra temporada más y sumando, a veces no te das cuenta y llega un día en que has jugado en Primera División.
¿Cuál es el momento con el Real Jaén más emotivo de tu carrera futbolística?.
También hay varios, pero el que más recuerdo es positivo y negativo, porque fue el año del último partido en casa con el Villarreal B , habiendo empatado allí perdimos en nuestro estadio en la última eliminatoria para el ascenso, pero a la vez fuimos capaces que toda una ciudad se uniese, casi 19.000 personas en el estadio con gradas supletorias. Esa imagen la tendré plasmada en mi museo de recuerdos. Y luego al año siguiente ascendió el equipo sin ganar ningún partido de las tres eliminatorias, pero quien es aficionado al Jaén sabe que somos sufridores natos, todas las temporadas nos ocurren cosas atípicas y extrañas. Cuando batió todos los records en 2B y quedó campeón de la categoría ni siquiera pasó a la segunda eliminatoria, y creo que todas estas sin razones hacen que aún lo quieras más y seas más aficionado, el quererlo y odiarlo te hace quererlo más.
¿Alguna anécdota en algún vestuario o en algún partido?.
He tenido muchas, después de tantos años.. en un vestuario pasan muchísimas cosas. Quizás la anécdota más relevante fue la entrada de Ronaldo Nazario por primera vez al vestuario del Real Valladolid como Presidente del Club. En el vestuario nunca hay silencios a no ser que hayas perdido 4-0, ahí si que no habla ni Dios, pero de repente sin esperarlo entró y todos nos quedamos blancos. Ese primer impacto de conocerlo en persona se reflejó en 20 jugadores a la vez, todo el mundo estaba callado y la música sonaba de fondo, nos mirábamos unos a otros, era nuestro ídolo futbolístico. Entre los grandes estaríamos hablando de Messi, Ronaldo, Maradona, Cristiano…) nadie hablaba, era intimidante. Son cosas que se te quedan grabadas.
¿Cómo se produce el cambio de extremo a lateral?
El cambio a lateral extremo surgió un día cuando Álvaro Cervera (en ese momento entrenador del Real Jaén C.F en la temporada 2009/2010) me pone de casualidad de lateral en un partido contra el Sevilla Atlético porque no teníamos jugadores en esa posición y yo era lo más semejante al ataque en esa posición. Yo estaba enfadado porque no me gustaba jugar ahí, pero al terminar el partido se sentó Cervera a mi lado y me dijo: “mira, como extremo puedes hacer carrera en Segunda B o en Segunda División si tienes suerte, pero como lateral si tú quieres y sigues puedes jugar en Primera División sobrado” me quedé impactado y al final llevaba razón. Yo era de los extremos que no le gustaba bajar a defender, de los que se quedaban arriba, me echaban la pelota y yo regateaba, siempre caballo de batalla. Ahora mirando atrás agradezco el decirme eso en aquel momento porque me hizo ser mejor jugador y me hizo despegar, me decía “te lo dije Moyano”.
¿Quién es el jugador que más te ha exigido de a los que te has enfrentado dentro de un campo de fútbol?.
Hay jugadores que te exigen el máximo de ti cuando te enfrentas a ellos. No te voy a hablar de los superclase pero si tengo que destacar a un jugador que me ha sorprendido muchísimo y que me ha llevado al límite ese es Mikel Oyarzabal enfrentarte a él es un constante dolor de cabeza, tiene calidad en todas sus acciones, y no solo es porque te exige estar al 100% si no porque es un jugador que trabaja, si tu subes el baja contigo y tú dices.. ya lo tengo aquí. Y cuando baja y te roba el balón no falla en subir, no se cansa. Es un jugador que me ha sorprendido mucho. A Dani Parejo lo he sufrido como rival y parece que juega a otro deporte. Luka Modric o Vinicius en mi posición hacen sufrir mucho y hay pocos así. Dembelé es otro jugador que cuando me enfrenté a él también me volvía loco, no sabes si entra por izquierda o derecha. Estos perfiles de jugadores son los que más daño hacen a un lateral derecho, son los que te los estudias antes del partido para intentar hacerles daño y condicionarles en su juego pero marcan mucho la diferencia.
Te hemos visto con frecuencia en Sano Jaén durante el parón ¿Qué tipo de actividad realizabas?
En Sano Jaén tuve la suerte de tener a mi entrenador Carlos, que siempre se prestaba a lo que yo necesito y hay cosas que yo también le dejaba que trabajase conmigo para mejorar, y de todo ello sacamos entrenamientos de mucha calidad que me están sirviendo ahora para ver el mantenimiento que he conseguido a la vuelta a la competición. Me llevaba controles semanales de masa muscular, grasa, líquidos.. y todos los resultados han siendo muy positivos para mi vuelta, cumplen con todo lo que necesitaba para volver a la élite.
Estoy en los mismos parámetros físicos que cuando estaba en mi nivel profesional, de ahí que la recuperación haya sido rápida porque mantener esos niveles no era fácil si no entrenabas a nivel colectivo, en grupo y en equipo, pero gracias estos profesionales la vuelta ha sido más rápida y sencilla ya que mi fortaleza física seguía viva.