José Mari Bakero, abrió el pasado lunes el II Ciclo “Fútbol y Sociedad”, que organiza Palabra de Fútbol y en el que colabora la Diputación Provincial de Jaén, a través del Área de Cultura y Deportes de dicha institución.
Bakero, ante una sala completamente ocupada por técnicos, jugadores, monitores deportivos y aficionados, disertó sobre asuntos relacionados con el desarrollo deportivo y personal de los jóvenes que inician su andadura en el fútbol. La amplia experiencia del exjugador,y director del fútbo lbase delFC Barcelona durante siete años, le sirvió para trasladar un mensaje cargado de aspectos que deben regir el trabajo de los entrenadores y la conducta de los progenitores. Se refirió al talento, al crecimiento razonable del futbolista y al abanico amplio de aspectos que pertenecen al ámbito de lo mental. A lo largo de su exposición y de forma reiterada, contestando a las preguntas de los asistentes, Bakero insistió en que el niño debe, sobre todo, disfrutar.

Jose María Bakero, en sus intervenciones suele poner un ejemplo que, en este momento y ante el fenómeno de los jóvenes emergentes, gana mucha actualidad. Bakero habla del desarrollo del Bambú japones. Se trata de una especie que tarde seis años en crecer pero que, cuando crece, lo hace de una manera rápida y constante y desarrolla unas raíces que pueden llegar a medir kilómetros. Estableció esta comparación para explicar: “Lo normal es que un niño, hasta que alcanza su desarrollo pleno, tenga que pasar seis o siete años de formación y que al final de ese proceso, si tiene el talento y ha puesto los medios, es cuando terminará consolidándose y llegando a ser futbolista”. Bakeró explicó que el caso de Lamime Yamal, no es la norma, es la excepción.
La charla fue interactiva y los asistes pudieron preguntar y cambiar impresiones de forma fluida con el ponente que, logró una mezcla de profundidad y seriedad en sus afirmaciones y, al mismo tiempo, supo salpicar su charla de anécdotas y momentos de su carrera como jugador, que sedujeron al público a lo largo de casi las dos horas que duró el encuentro.