Cristina Peinado, en su gumnasio, Sugar ray

Cristina Peinado, boxeadora, nació en Jaén y el pasado 11 de este mes de agosto ha cumplido 17 años.  Lleva desde el uno de enero, entrenando, estudiando y viviendo en el Centro de Alto Rendimiento de Murcia, donde volverá el siete de septiembre para seguir su preparación de cara a las competiciones señaladas para la segunda mitad del año: “El 20 de septiembre peleo en Francia”.

Su tiempo se reparte entre el estudio y los entrenamientos. A primera hora de la mañana, entrenamiento, después instituto y por la tarde vuelta al trabajo: “Me organizo bien entre estudios y entrenamientos, a veces me falta tiempo pero está controlado”. En Murcia comparte tiempo y entrenamientos con las boxeadoras más prometedoras de España. Cristina es consciente de que está al principio de una carrera que, siendo amateur ahora, exige trabajo, dedicación y sacrificios profesionales.

Eres amateur pero trabajas como una profesional…

Los entrenamientos y el trabajo en general exigen una dedicación plena y un esfuerzo muy grande. La mentalidad es muy profesional pese a que somos amateurs. Tenemos que tomarlo como un trabajo, requiere mucho tiempo y el sacrificio que hacemos es enorme. Mirando al futuro, la verdad, es que me gustaría llegar al boxeo profesional, veo mucho boxeo profesional y es algo que me atrae mucho. Me gustaría llegar ahí y tener esa experiencia. Mi lusión sería debutar como profesional con una velada en mi tierra, en Jaén.

¿Notas mucho el cambio al estar permanentemente concentrada en el CAR?

Tenemos la ventaja de que allí estamos concentradas las mejores chicas de España y eso eleva en nivel de todo. Tienes muchos entrenamientos de calidad y buenas sparrings. La exigencia, por eso mismo es muy alta y ayuda a que el rendimiento, en todos los sentidos, sea considerable. Es una dedicación completa y de mucha calidad, eso siempre te hace mejorar y perfeccionarte mucho.

Tanto esfuerzo debe tener también motivaciones muy potentes

Este deporte me ha gustado desde muy pequeña, empecé con siete u ocho años y siempre me compensa el esfuerzo por la recompensa que obtengo en los entrenamientos y en las pelas. Siempre hay objetivos que animan y te hacen seguir adelante. Cualquier deportista, cualquiera que se dedique al boxeo, tiene en mente estar en una Olimpiada. LLegar a los JJOO es una ilusión. La próxima es en 2028 y, si se da la oportunidad, voy intentar aprovecharla. Lo que puedo hacer es entrenar mucho y seguir trabajando. Si todo va bien, puede ser…

¿Cómo es tu personalidad en el cuadrilátero?

Soy muy combativa, impetuosa, guerrera, me gusta atacar, tomar la iniciativa. De todas formas la manera de entrar en un combate depende la persona con la que te vayas a enfrentar. Antes de la pelea hay un estudio de la rival que vas a tener delante. Vemos peleas suyas y estudiamos la manera de plantear el combate, no se improvisa. Dependiendo de las características de tu rival, así planteas la táctica. A veces es conveniente no salir con esa idea de ataque y resulta más adecuado esperar y darle la vuelta a la situación. Todo depende de a quién tengas frente a tí.

¿Cómo gestionas mentalmente los buenos y los malos momentos cuando llegan?

Ganar se lleva bien. Lo peor siempre es la derrota porque te afecta y en esos momento lo peor es sentirte sola. Por suerte yo tengo un entorno que me ayuda y que siempre esta ahí. Mentalmente es muy importante sentirte acompañada en esos momentos en los que perder te puede afectar mentalmente. Con el tiempo aprendes a vivir con las sensaciones de la derrota porque vas teniendo más experiencia pero, para mí, es fundamental el apoyo de mi familia que siempre está ahí y de Raúl, mi entrenador. Tener personas cercanas que siempre te apoyan, ayuda a combatir esos malos momentos y a seguir.

¿Cómo explicarías este deporte a personas que no lo conozcan?

Es un deporte que requiere mucha disciplina. El boxeo te exige trabajo y preparación porque, al final, te subes sola al cuadrilátero. Nadie puede hacer nada por ti una vez que ha empezado el combate, tienes que tratar de llegar lo más preparada posible. No tiene la posibilidad que dan los deportes colectivos en los que se reparten los esfuerzos y las responsabilidades, por eso la disciplina y el sacrificio son fundamentales en este deporte. Todo ese esfuerzo y ese trabajo tienen la recompensa de que, cuando llegas al gimnasio, te encuentras a una familia, personas que forman parte de tu vida y que te la facilitan. Las tensiones, los problemas de cada día, desaparecen cuando te pones a entrenar y a convivir con esta familia. El boxeo, eso es muy importante, proyecta amistad, es un deporte muy noble.

Sugar Ray, este gimnasio, os ha marcado la vida a muchos y muchas boxeadoras…

Es como nuestra casa- Como te decía, aquí entras cargada con los problemas del día a día y sales nueva. Mentalmente es una forma de equilibrarlo lo mental y lo físico. Además, aquí está Raúl Buendía, mi entrenador, que para mí es una persona muy importante en todos los sentidos. Este deporte es muy exigente y si no tienes cerca a alguien como él, en algunos momentos, puedes terminar quemándote. Su presencia y sus consejos nos ayudan a gestionar todo eso y a encontrar la calma para entrenar y trabajar con la mente equilibrada y tranquila.

A Cristina Peinado su forma de ver el boxeo, combativa y al ataque, le servirá para sortear los problemas, las dudas y la tremenda exigencia que supone tomar el camino de un deporte no tan popular como otros pero que, escuchando a esta joven boxeadora, se le ha metido en la mente y en el corazón hasta el fondo. La decisión y la ilusión que transmite es, seguro, la base de un futuro prometedor. Ojalá la veamos como profesional en una velada mágica en su tierra, en Jaén.

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